Entrevista | Jugador de CA Osasuna Promesas

Max Svensson: “Tenía la esperanza de una llamada de Soriano, pero no se dio el caso”

El delantero, ahora en Osasuna, regresará a Riazor, donde no piensa celebrar si marca “por respeto”

Max Svensson

Max Svensson / CA Osasuna

Xane Silveira

Xane Silveira

Vivió su primera experiencia lejos de casa en un Deportivo al que llegó a última hora y en el que terminó por ganarse el corazón de toda la afición. Su entrega y empuje puso en pie a una grada de Riazor que supo agradecer cada esfuerzo. Max Svensson (Barcelona, 2001) vive un momento plácido en su nuevo destino, Osasuna Promesas, al que llegó este verano tras abandonar definitivamente el Espanyol con el objetivo de llegar a Primera División. Recuerda su paso por A Coruña, su cariño al blanquiazul y echa la vista atrás con buen humor para repasar un año que le marcó personal y profesionalmente.

¿Se ha adaptado a Pamplona?

Bien, muy contento, al final lo que quería era jugar, estar en un buen club, también en un filial para proyectarme al primer equipo en Primera División y por eso elegí Osasuna. Estoy jugando y estoy muy cómodo. Tuve la oportunidad de vivir aquí muchos años. Mis padres conocían bien la ciudad. Mi madre vino al principio un par de días para ayudarme también en el tema del piso y fue bastante fácil.

¿Que fuese un filial era importante para su llegada al Promesas?

Sí, básicamente por el tema de proyectarme al primer equipo, que era lo que buscábamos. Osasuna me dio la oportunidad de venir aquí y creo que no la desaproveché. Estoy haciendo las cosas bien y ojalá llegue la llamada del primer equipo. De momento, no me pude entrenar, no ha subido mucha gente, tampoco ha habido lesiones. Con calma y a trabajar.

¿Existieron opciones de volver en verano al Deportivo?

No. Por parte del Deportivo, no. Por mi parte, yo tenía la esperanza de recibir una llamada de Fernando Soriano y, al final, no se dio el caso. Están haciendo un buen trabajo, no se están dando los resultados, pero creo que arrancarán e irán hacia arriba en la tabla.

¿Cómo ven los rivales al Deportivo? ¿Como un mortal o todavía hay respeto por el club?

Veo los partidos que puedo porque me gusta y estuve ahí el año pasado, le guardo mucho cariño. Al equipo creo que le falta un poco de solidez a la hora de rematar partidos y, al final, un par de errores te penalizan de llevarte los tres puntos. Si mejoran un par de errores, el Dépor estará siempre ahí arriba peleando. Esperemos que esta semana no, pero cuando empiecen a ganar, estarán entre los seis primeros peleando por el play off de ascenso.

Vuelve a Riazor este domingo, ¿tiene ganas?

Sí, obviamente tengo muchas ganas de jugar en un escenario muy bonito, con una afición increíble y con la que estuve el año pasado. Es bonito ir.

¿Todavía le llegan los memes de la ‘Svenssoneta’?

(Se ríe). No, este año ya no me llegan. Tampoco estoy muy metido [en redes sociales]. El año pasado me llegaban los mensajes por Instagram. Al no estar ahí supongo que ya no, pero me alegra que se acuerden de mí.

Aquí alguno pedía su vuelta.

¿Sí? Bueno, al final los que deciden son los que no llamaron.

"Me gustaba tener tantos aficionados que animaban y devolverles en el terreno de juego con las mismas ganas que ellos estaban en las gradas"

Max Svensson

En el cambio de jugar en el estadio de Riazor a hacerlo en Tajonar, en Osasuna Promesas, ¿cómo es a nivel de presión? ¿En A Coruña se notaba?

Yo el año pasado venía también de un Espanyol B en el que no había mucha presión por ascender. O aquí tampoco la tienes. La verdad es que el año pasado sí se notaba la presión, sobre todo en casa, que tenías 20.000 aficionados. Este año juego más cómodo, pero a mí realmente me gustaba esa presión. Tienes ahí a veinte mil hinchas que te apoyan, que te animan y que no se cansan de apoyar. Tú quieres darles una alegría a ellos cada día.

Parecía que esa presión a usted le motivaba...

Sí, sí, a mí, sí. Me gustaba tener tantos aficionados que animaban y devolverles en el terreno de juego con las mismas ganas que ellos estaban en las gradas.

¿Se quedó con las ganas de un segundo intento? Tal y como se dio en Castellón al final...

Sí, sí, obviamente. Y no solo por tener una oportunidad más, sino porque no conseguimos el objetivo que la afición y el club querían. Todos los que pasamos por el Deportivo es lo que queremos. No se dio el caso. Fue un partido raro y difícil en Castalia. Son cosas que pasan y no se pudo.

¿Cómo es la postemporada cuando el final es tan de golpe?

Al final fue jodido, te quedas con las ganas de conseguir el objetivo, sobre todo por el minuto en el que estabas que tenías la victoria y el pase a la siguiente eliminatoria y te encuentras con todo lo que sucedió. Te quedas con un sabor agridulce. De hacer un partidazo te quedas fuera. Es el fútbol. Fue difícil superar el partido más que nada, sobre todo por los aficionados. Fue difícil la verdad.

Antes decía que sigue al Deportivo. ¿Cómo ve a Lucas?

Me meto en la situación de Lucas y, obviamente, también estaría mal. Por ver que tu club no acaba de arrancar, que no terminas de marcar, pero siendo Lucas y la calidad que tiene y su experiencia acabará metiendo goles. Estoy seguro de que lo conseguirá y va a ser decisivo. Es su club y da todo por el escudo.

¿Y Retuerta?

Retu está en una situación complicada también. Tuvo dos partidos que estuvo muy bien, jugó bien, pero te encuentras que luego vuelve Balenziaga y vuelves al banquillo. Estuve hablando con él y está jodido y, obviamente, él quiere jugar. Lo conseguirá porque tiene cualidades de sobra para jugar.

¿Es muy duro cuando uno juega y se ve de nuevo en el banquillo?

Obviamente, pero ya sabemos como es el fútbol. Tienes que aprovechar la oportunidad que te dé el míster y hacerlo bien. Yo creo que Retu debería jugar, pero decide el míster y yo creo que él seguro que trabaja igual de bien que siempre, igual que el año pasado.

Desde el punto de vista positivo, usted está jugando prácticamente todo de titular. ¿Futbolísticamente cómo se encuentra?

Bien, muy bien. Empecé de suplente, porque no hice pretemporada, como el año pasado. Cuesta arrancar así. Era normal porque acababa de llegar. Ahora me está dando mucha confianza. Llevo diez u once partidos entrando desde el once inicial, con mucha confianza y libertad.

¿En Pamplona encontró dónde jugar a los bolos?

(Se ríe). No, fui con mi madre y mi hermana los primeros días, de momento no he vuelto a ir. En Barcelona en verano sí que fui. Tengo muñeca de balonmano, pero va bien.

¿Si marca el estadio de Riazor lo va a celebrar?

No, no, obviamente no. Por el cariño que le tengo al club y a la afición y sobre todo lo mucho que me apoyaron el año pasado los aficionados es el respeto que les guardo.