¿Qué supone para un deportivista jugar ante el Celta B? "Es la humillación que toca”

Tres socios blanquiazules que estarán el domingo en Balaídos describen el sentir de un partido que “no es un derbi”

“No te acostumbras, toca eso o no ver fútbol, que es impensable”, explica Manu Pardo

Aficionados del Deportivo en Balaídos durante el partido ante el Celta Fortuna en la temporada 2021-22. |  // ARCAY / ROLLER AGENCIA

Aficionados del Deportivo en Balaídos durante el partido ante el Celta Fortuna en la temporada 2021-22. | // ARCAY / ROLLER AGENCIA / xane silveira

Xane Silveira

Xane Silveira

“Es un partido que a nadie nos gustaría jugar, pero es un encuentro importante”. Diego Villares describió en pocas palabras qué supone para el Deportivo viajar este fin de semana a Vigo. Será la octava vez en cuatro años, aunque el cuerpo de los aficionados todavía no se ha acostumbrado a una realidad que deja marcas en la piel. O NoBo Derbi, como se le ha apodado desde el lado triunfal de la historia, se ha convertido en mucho más que un mero trámite para la afición coruñesa. Es una mancha imborrable en el historial que perdurará eternamente. Una garra que se clava hondo en la fe de cada deportivista hasta hacer sangre. Un partido en el que hay mucho que perder y poco que ganar. Algunos hinchas se han acostumbrado ya a un partido que es “una humillación”, explica Christian Grille, socio y peñista que saldrá el domingo a las 18.00 horas en el autobús de las peñas para acudir al encuentro. “Lo que tenemos por este club no se describe, vas porque está cerca, es cómodo y a fin de cuentas es lo que toca. Hay que estar del otro lado”, remarca.

El Deportivo jugará este domingo ante el filial de su eterno rival. Una situación que ya es costumbre en los últimos años desde que el conjunto coruñés cayó a la tercera categoría del fútbol español. Para David Bello, socio de 47 años, un enfrentamiento en el que ya hay callo. “Te acostumbras a todo al final, porque ya son varios años. Sabemos que salir de aquí es difícil”, explica sobre una experiencia poco agradable para él. “No queda más remedio, estamos donde estamos y es lo que hay”, asume con resignación. Es una penitencia por la que el aficionado debe pasar. Es parte de la marca y la huella de un club que vivió su época dorada hace dos décadas y ahora vive la otra cara del fútbol. Eso sí, la afición no falla: “Da igual la categoría, ya lo ves, la gente va a estar ahí, a mí no me tocó entrada, así que conseguimos en la grada general”, remarca Bello.

Manu Pardo, de 23 años, ha vivido en directo varios de los enfrentamientos entre Celta B y Deportivo estos últimos años. Considera que “sí hay pique” y en los últimos días ha crecido a través de redes sociales. Coincide con David y Christian en que es un día para no fallar al equipo: “Obviamente te duele, a todos los aficionados al fútbol, si te gusta, te molestará. Pero también es humilde aceptar dónde estamos”. Además, cree que es algo que “toca vivir” sí o sí. “O dejas de ver fútbol, que es impensable”, bromea.

El bagaje del Dépor en los enfrentamientos ante el Celta Fortuna es de tres victorias para cada equipo y un empate. Christian considera que es un partido que lo mejor es que se pase cuanto antes. “Si ganas, tampoco lo puedes celebrar mucho, aunque ellos jueguen en tu liga y vayan por encima, al final le estás ganando al filial del Celta”, explica. Es un encuentro en el que también hay “nervios” por lo que pueda suceder.

“Al aficionado del Celta le encanta fastidiar al del Dépor. No pueden vivir sin él.

Manu Pardo, socio del Dépor

Manu Pardo cree que es un encuentro para el que “no te terminas de acostumbrar nunca” por mucho que vaya a ser la octava edición. Cree, también, que en Vigo realmente lo disfrutan: “Al aficionado del Celta le encanta fastidiar al del Dépor. No pueden vivir sin él. Da rabia, pero como hay que demostrar es jugando y ahí debes dejar claro que eres mejor”, remarca. Bello, por su parte, cree que “ellos tienen que disfrutar”. A fin de cuentas, si fuese al revés, también existiría ese “pique”. “Ellos se emocionan, no se van a ver en otra igual”, bromea.

La única queja real para un partido que es una visita al dentista, en realidad, es el horario. El partido se disputará a las 21.00, cinco horas después del final del Celta-Girona. “Es una completa basura. Ir en coche es carísimo por la autopista, pero en tren no te da tiempo por los horarios, no hay tan tarde (el último, que ya está lleno, sale a las 21.50)”. Bello, por su parte, se resigna: “Hay que ir, son dos horas...”

En Vigo el Deportivo se juega tres puntos claves para el devenir de la temporada. Está prácticamente obligado a ganar. Pero, además, se juega el orgullo propio y el de su afición, deseosa de no salir derrotada de Balaídos. “Hay que apoyar al equipo donde sea y salir de aquí como sea”, concluye David Bello. A fin de cuentas, si existe remontada y ascenso, ese pasa ineludiblemente por una de las citas más dolorosas del año. Ganar o perder ante el Celta Fortuna cambia vidas y dinámicas. Son tres puntos teóricos, pero mucho más lo que habrá en juego.

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