Entrevista |

Yeremay: "Siempre tuve fe en mí, ahora la tengo del míster, del club y los compañeros"

El extremo canario repasa su etapa en el Dépor desde que llegó en 2017: “Quiero ser profesional aquí”

"Rubén de la Barrera apostó por mí. Siempre estaré agradecido porque es la persona que hizo que yo hoy siga aquí"

Yeremay Hernández, jugador del Deportivo, posa en Abegondo antes de su entrevista tras un entrenamiento |  // CARLOS PARDELLAS

Yeremay Hernández, jugador del Deportivo, posa en Abegondo antes de su entrevista tras un entrenamiento | // CARLOS PARDELLAS / xane silveira

Xane Silveira

Xane Silveira

Yeremay Hernández (Canarias, 2002) juega al fútbol como si estuviera en la plaza del Polvorín, su barrio, sin camiseta y tirando una línea hecha con spray. Quizá por eso los aficionados viven una predilección con el extremo, talento forjado a fuego lento tras mucho trabajo personal y un cambio de mentalidad para llegar a la élite. Habla sin miramientos de su pasado, su presente y su futuro y con la cabeza puesta en un único objetivo: el ascenso. Renovó hasta 2026, agarró la histórica 10 coruñesa y ahora, tras una lesión, se autoexige para ser decisivo y llegar a ser profesional, su meta

¿Cómo está físicamente?

Bien, en los últimos partidos he tenido algunas molestias. Pero ya el otro día un poco mejor. Iré a mejor. Aductor, isquios… los llevo algo cargados. Llevo unos partidos malos, pero tengo la confianza del entrenador, de mis compañeros e iré a mejor seguro.

El domingo ante la Ponferradina actuó más centrado.

Cuando era juvenil e incluso cadete jugaba por dentro. Ahí me encuentro cómodo. El otro día el míster quería que me quedase por la zona de detrás de los mediocentros, que cogiera el balón ahí y yo encantado. Creo que por dentro puedo ser más determinante.

¿La pelota mejor al pie o al espacio?

Depende de dónde la coja. Si la agarro detrás de los mediocentros me da igual, pero mejor el balón con ventaja, es mucho más fácil. En banda me gusta cogerla al pie para poder encarar al lateral.

Ante la Ponferradina se encontró varias veces con Mella. ¿Existe conexión?

Sí, llevo muchos años jugando con él y cuando la cojo ahí, con la velocidad que él tiene, además de Lucas y Davo es más fácil para mí.

¿Esperaba ese apoyo de la afición?

Desde que subí al primer equipo es cierto que siempre me han apoyado. Yo estoy encantado de que la gente me quiera. También estaré encantado cuando juegue mal y me tengan que pitar, que ojalá que no pase. Estaré siempre encantado por todo. Hay que tener los pies en el suelo y saber que cuando estás mal tienes que trabajar para tener a la gente contenta, no solo a la de fuera, al míster y a los compañeros.

"Álex Bergantiños fue clave en el tiempo que yo subo al primer equipo. Él te cogía, casi siempre cuando estabas solo, te pasaba la mano por el hombro y te decía qué mejorar"

Yeremay

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Usted llegó muy pronto al primer equipo. ¿Cómo fue el proceso?

Lo mío fue un poco más jodido. Yo subí al primer equipo, si no me equivoco, el primer año de Primera RFEF. El año anterior no hice una buena temporada con el juvenil. El club confiaba en mí y me subieron, pero fue un cambio radical para mí. Sobre todo un cambio en el día a día, que es donde más me costó. Los entrenamientos eran otro ritmo. Yo venía de no entrenar casi nada con el juvenil. No me exigía, no comía bien, no descansaba las horas que tenía que descansar... Fue un cambio grandísimo. Imagínate, pasé de cero a 100. Algo que no hacías nunca a tener que hacerlo sí o sí. Pero no porque me obligasen, sino porque si no lo hacías no te daba.

Te pasan por encima...

Claro, es que realmente te pasaban por encima. Me costó muchísimo y no fue fácil. Tuve que cambiar cosas que decía: ‘Joe’. Cosas que pasaban casi sin querer. Yo llegaba a casa agotado del entrenamiento, era un ritmo que no soportaba y lo único que quería era dormir. No tenía ni que decir: ‘Me voy a dormir antes’. No, no. Es que te duermes antes porque estás agotado. Y luego hay otras cosas que vas cambiando porque tienes que hacerlo para estar al nivel. Se vio que me costó, no fue subir al primer equipo y venga ya está. Fui poco a poco. Cada jugador tiene su tiempo y su manera de adaptarse. A mí me costó, pero no cambiaría nada de lo que pasó cuando llegué al primer equipo.

¿Quién fue importante para usted en ese cambio?

Álex Bergantiños fue clave en el tiempo que yo subo al primer equipo, esos dos años que son un sí pero no, un día juego bien y luego diez sin jugar. En ese tiempo Álex fue un compañero de diez. Es un capitán de los pies a la cabeza, pero más que eso, un compañero muy bueno. No era alguien que si fallabas te echase la bronca. Ni alguien que te gritase en alto para demostrar. Él te cogía, casi siempre cuando estabas solo, te pasaba la mano por el hombro y te decía qué mejorar, cosas del juego… si se tenía que quedar diez o veinte minutos se quedaba. Lo que más me llamaba la atención es que siempre te cogía solo, sin nadie, y eso a mí me encantaba. Él te decía las cosas para mejorar realmente. Le daba igual que el míster lo viera. Lo hacía realmente por mi bien. Siempre me dice que puedo ser un buen jugador.

Se salió ante UCAM, pero luego no tuvo continuidad.

Claro, subes y luego te la pegas de golpe. No es fácil así. Para mí no fue fácil, debuté contra el UCAM. Yo lo tenía clarísimo. Estaba con Fandiño sentado y le dije ‘ojalá me meta, ojalá me meta’. Tenía súper claro que iba a salir e iba a intentar hacer lo que hice (gol y asistencia). Pero claro, luego mantenerte a ese nivel no es fácil. Después jugué medio hora contra el Racing medio bien; luego ante el Valladolid diez minutos y estaba reventado. Es un proceso que hay que pasar y al final mejoras muchísimo.

¿Vio muchas veces ese gol?

Me sale mucho en Tik Tok (se ríe). Incluso ahora de vez en cuando me sigue apareciendo aunque menos. Algún amigo siempre me lo enviaba. Ahora ya no lo envían, ahora me queman. Me dicen que no meto goles, se meten conmigo.

"¿Qué objetivo? El ascenso es sí o sí"

Yeremay Hernández

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Fallar también es parte del proceso.

Claro, claro. Esta temporada intentaré terminarla de la mejor manera posible. Igual o mejor que la del año pasado. Me han pasado cosas que yo no esperaba, pero no es una excusa. Ahora estoy contando con muchos minutos. Estoy contando con mucha confianza. Siempre tuve fe en mí, pero ahora la tengo también por parte de los compañeros, del míster y del club. Intentaré acabar la temporada de la mejor forma posible. Y con el ascenso.

Es el objetivo.

Objetivo no, vamos a ascender. ¿Qué objetivo? El ascenso es sí o sí.

Yeremay Hernández

Yeremay Hernández / Carlos Pardellas

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Ha tenido muchos entrenadores en este tiempo. ¿Cómo ha sido el trato con cada uno?

Con Borja Jiménez aprendí muchísimas cosas con él. Como entrenador es muy bueno. No sé si era porque venía del juvenil y había cosas que no había visto, pero tácticamente aprendí mucho. El tío me exigía mucho. Es muy buen entrenador. Aquel año había muy buenos jugadores, era complicado entrar y el equipo iba muy bien. Mira ahora el Leganés. La idea de juego que tiene de atacar me molaba mucho. Con Óscar Cano también aprendí mucho. Yo me llevaba muy bien con Óscar. Con Borja tenía un día a día que no me sentía nada cómodo, pero con él [Óscar] me recuperé. Cuando no juegas se te van las ganas muchas veces, pierdes la motivación. ¿Es normal, no? Al final no juegas. Muchas veces me pasaba que viajaba a no sé dónde y trabajaba mucho, pero estaba dos semanas enteras sin jugar. Sobre todo al principio. Si llegaba a tiempo con el filial bien, pero si no, podía estar mucho sin jugar.

Luego llegó Óscar Cano. Con él yo me llevaba muy bien. No sé qué le pasaba a la gente, que decían cosas de nosotros porque no me ponía, pero de verdad que con él mi relación era muy buena. La mía y la de Trilli. Óscar trataba muy bien a Trilli. Otra cosa es que no te ponga. Yo estaba enfadado porque quería jugar. Pero como persona fue un tío espectacular.

Rubén de la Barrera fue el entrenador que apostó por mí. Confió en mí desde que llegó. Cuando fue el partido del Algeciras yo ya sabía que iba a jugar desde el miércoles. Llegó y lo tenía muy claro. Cuando un entrenador viene y te dice: ‘Yo sé que eres capaz de esto’, es motivador. Para mí fue increíble. De hecho Rubén fue el primero que me subió al primer equipo [temporada 20/21]. Su idea de juego también me flipaba. Como entrenador era la hostia. Él me decía cosas que luego en el campo pasaban. Me decía: ‘Pica aquí’, y luego lo que decía sucedía siempre. Como entrenador y como persona era muy cercano. Creo que es bueno tener un entrenador que sea cercano. Fue la persona que apostó por mí. Siempre estaré agradecido porque es la persona que hizo que yo hoy siga en el Dépor. Sobre todo a final de temporada que me cambiara todo. Yo, si no fuera por Rubén, no estaría en la situación que estoy.

"No sé qué le pasaba a la gente con Óscar, que decían cosas de nosotros porque no me ponía, pero de verdad que con él mi relación era muy buena. La mía y la de Trilli"

Yeremay

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¿No se veía continuando?

Claro, es que yo en ese momento estaba que no jugaba nada, no me sentía bien, no estaba cómodo. Pasé de no jugar y estar mal a sentirme importante, a jugar un play off a Segunda y de hacerlo creo que notablemente. Y entonces tuve ofertas y la oferta del Dépor. Cambió todo mucho.

¿Dudó en verano?

Sí, dudé porque eran ofertas buenas y de hecho alguna que ni me esperaba. Pero fue muy importante que aquí cambió todo: directiva, director deportivo… Massimo [Benassi] y Fernando [Soriano] fueron claves porque apostaron por mí. Pero sobre todo fue importante Albert Gil. Yo le hice caso a él. Mi representante me dejó elegir, pero si fuera por uno de ellos no seguía. Yo había sufrido mucho aquí. El trato no fue el mejor muchas veces con los anteriores directores deportivos y secretarios técnicos. Ahora estoy con gente que juegue o no juegue no tendré ningún problema con ellos. En el fútbol a veces juegas o no y es lo que hay. Pero Fernando, el míster, los compañeros… me tratan muy bien. Juegue o no, sé que voy a estar bien un buen entorno.

Hábleme un poco de usted. Ya lleva siete años en A Coruña. ¿Tiene algún rincón especial?

No te creas que hago muchas cosas. Suelo pasear mucho por el centro. Me gusta ir a Marineda. Y me gusta comer, quizá lo conozcas, pero es el Bar Andy, un amigo me lo recomendó. Es un bar de tapas y están que flipas. De tortilla, macarrones… Rincones no tengo muchos especiales. Pero no salgo mucho de casa. La playa me gusta.

¿Echa de menos Canarias?

Llevo casi más años fuera de casa que allí. Sí que lo echo de menos. Sobre todo echo de menos el barrio. Mis amigos, la gente de allí, las amigas de mi madre… el barrio es la hostia. Tiene cosas muy malas, siempre lo digo, muy muy malas. Pero tiene un millón de cosas buenas también. Y yo lo echo de menos porque allí están mis amigos y gente a la que quiero mucho. Si echo de menos la isla, más todavía el barrio.

"El barrio es estar sin camiseta, las playeras y el balón roto. Las paredes pintadas, hacer un centro del campo con spray y a jugar"

Yeremay

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¿Es playero?

Sí, pero no te creas que soy tan de playa. A ver, en mis islas es que hay buenas playas y mi madre me llevaba cuando era pequeño. Pero también me gusta la piscina, ir con los colegas y liarla un poco. Como rincón me quedo con el estadio.

¿Cómo es el barrio?

El barrio es estar sin camiseta, las playeras y el balón roto. Las paredes pintadas, hacer un centro del campo con spray y a jugar. Juego allí desde que era muy muy pequeño. Cuando voy allí de vez en cuando vuelvo. Ya no juego en la plaza, pero alquilamos alguna cancha o vamos a algún campo municipal y jugamos.

¿Yeremay piensa en el futuro? ¿Se visualiza en algún lugar?

Yo quiero ser jugador profesional. Si es con el Dépor, mejor. Tengo dos años de contrato y lo que quiero es ascender con el Dépor. Ojalá podamos. Ojalá no, va a ser este año. Lo quiero. Siento que este es el curso. Este es el club en el que me he hecho un hombre. Llegué sin tener pelos en los sobacos y ahora ya tengo. He pasado muchas cosas malas aquí, también buenas, pero han sido más malas aquí. Ahora me toca pasar buenos momentos aquí y disfrutar en el Dépor. Hay gente que me quiere mucho aquí, gente como Albert Gil, que siempre lo diré, fue la persona más importante en mis inicios aquí. Me siento en deuda con él porque apostó mucho. Lo que quiero ascender con el Dépor, yo soy del Dépor. Son muchos años aquí, siete ya. Al final te haces del equipo. Vas por la calle y todo el mundo es del equipo. Ojalá sea este año porque yo quiero ser profesional en el Dépor.