1-1 | El Dépor Juvenil cae con honores en Mallorca

El fútbol también puede ser cruel y al Deportivo juvenil le tocó vivir la otra cara. La de la derrota. La que también forja, a futuro, campeones. Tras un encuentro de equidad (1-1), el Mallorca venció en una agónica tanda de penaltis (6-5) que se fue a la muerte súbita. Los pupilos de Manuel Pablo dicen adiós a la Copa a un paso de la Final 4.

Se acabó el sueño para el Dépor juvenil. No hubo gesta en Son Bibiloni, la ciudad deportiva bermellona. Ambas escuadras compitieron y dieron un buen espectáculo que estuvo, sobre todo, igualado. Hubo muchos encuentros dentro de uno mismo, pero el protagonista final terminó siendo de Joan Pol, cancerbero local que paró el sexto penalti a Álvaro y después anotó el suyo.

Bajo la atenta mirada de Lionel Scaloni, presente en la grada, y varios jugadores de la primera plantilla mallorquina, ambas canteras midieron fuerzas y un golpe de suerte provocó un 1-0 tempranero. Axel, extremo diestro, sacó un centro que se quedaba corto, pero en el intento de despejar, Amin anotó en propia puerta. Le tocó remar al Dépor, hasta el momento demasiado timorato. Pero pronto encontró la igualad gracias a una acción maravillosa de Álex Delgado en la banda izquierda. El extremo recortó y dejó sentado a Alberto, su marca, y tras llegar a línea de fondo, sacó un centro que remató Álvaro, ayer titular ante la baja del cadete Pablo García.

El gol podría haber servido para que el Dépor se adueñase del partido, pero ni mucho menos fue así. Los nervios pasaron factura al equipo de Manuel Pablo, obcecado en salir desde atrás jugando la pelota y cometiendo un error tras otro que el Mallorca no supo castigar. En la segunda parte los coruñeses dieron un paso al frente impulsado por los cambios. Dani Estévez mostró su sobrada personalidad y talento para hacerse con el mando del choque. Por delante, Guerrero acercó con más peligro a su equipo al área rival. Mardones y el mencionado Guerrero contaron con dos buenas ocasiones en los últimos minutos, pero Pol impidió que se rompiese el marcador y mandó el partido a la prórroga.

Lo que no se pudo resolver en 90 minutos, tampoco se decidió en 120 donde Román Noya sostuvo a los suyos en pie. Desde los once metros nadie falló, hasta la muerte súbita, donde Pol sacó una gran mano a Álvaro y terminó por romper el sueño coruñés. El Dépor aspiraba a repetir final a cuatro, pero dice adiós a una Copa en la que avanzaron Espanyol, Badalona y Oviedo.