Rubén Albés, entrenador gallego |

Rubén Albés: "El Dépor deberá tener una gran gestión de las expectativas"

El vigués considera que el ascenso “es una gran noticia para Galicia” y “acerca más la posibilidad de que Celta y Dépor puedan convivir en la misma categoría"

Rubén Albés en 'O camiño do futgal'

Rubén Albés en 'O camiño do futgal' / RAC

Xane Silveira

Xane Silveira

Rubén Albés (Vigo, 1985) vive sus primeros meses fuera del día a día tras su precipitada salida del Albacete. El vigués se ha convertido en uno de los técnicos de moda en Segunda División, donde jugará la próxima temporada el Deportivo. Desde O Camiño do Futgal analiza su actualidad personal, comparte su experiencia y advierte al cuadro de Idiakez de qué le aguarda.

¿Qué tal la vida en el paro?

Bien, la verdad es que llevábamos casi cinco años ininterrumpidamente. Tratando de reflexionar qué cosas se hicieron bien, cuáles no, ver todo desde un poco de distancia para poder evolucionar, que lo requiere la profesión. Y ahora con algunas reuniones y situaciones a ver si podemos concretar algo para la próxima temporada.

¿Cómo se plantea ese tiempo en el paro? ¿Se ve mucho fútbol?

Sobre todo al principio uno trata de descansar. Es una profesión estresante y dura. Cuando llevas mucho tiempo sin parar te devora un poco la energía. Entonces al principio lo preferible es descansar un poco. Ahora ya estoy retomando un poco sobre lo que hemos hecho en los últimos años. Y, claro, en búsqueda activa de empleo.

Que nunca se puede dejar.

Claro, al final tienes tu agente, los clubes se ponen en contacto, pero sobre todo esto se trata de estar listo para en esas reuniones poder transmitir lo que tú eres como entrenador y lo que realmente puedes ofrecer al club.

Antes Pacheta en la ponencia destacaba la importancia de la pasión por el fútbol.

Yo doy por hecho que todo el mundo que está en el fútbol tiene pasión, incluso la que no está en el deporte profesional. Otra cosa es la gente que la exterioriza más o que es capaz de transmitirla de mejor manera. Pero todo el mundo tiene pasión, si no, no se dedicarían a una profesión tan dura. El factor diferencial es saber cuánto eres capaz de contagiar tu pasión.

"Está claro que el Dépor cuenta con una masa, una estructura y probablemente con un presupuesto por encima de la normalidad de los equipos que recién ascienden, pero desde luego la Segunda División no es nada sencilla

Rubén Albés

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Se habló mucho de la gestión de la derrota. Uno pierde más que gana realmente. ¿Cómo es el día después?

No sé si lo que más, espero que no (se ríe). Pero sí, sucede con frecuencia, aunque sea una o dos veces al mes. Yo creo que hay que vivir con ella. Hay que naturalizar la derrota porque es algo que puede pasar y nosotros somos los responsables de ser los más estables emocionalmente de toda la gente que forma parte de un club. El aficionado tiene las emociones tan a flor de piel que les cuesta digerirlo; los directivos y directores deportivos están por encima y pueden desestabilizar la situación; y los futbolistas requieren que el entrenador tenga un liderazgo fuerte y sea el primero que sea capaz de gestionar esa derrota o esa victoria. Creo que la gestión de la victoria también es importante para mantenerse y ganar más.

¿Cambia la gestión de un vestuario profesional a uno que no?

Al final esto va de personalidades. En los vestuarios las personalidades son las mismas, pero con más repercusión y más dinero cuanto mayor sea la categoría. El único factor diferencial es la exposición ante los medios. En vez de opinar sobre ti uno, lo hacen 17. En vez de visualizar tus declaraciones 500 personas, pueden ser dos millones. Ese factor se multiplica. Pero en cuanto a personalidades, en cuanto a cómo llega un futbolista de jodido en Primera División o uno en Tercera… está igual de jodido al acabar el partido. O igual de contento. Tienen los mismos miedos, fortalezas e inseguridades.

¿Dónde reside la mayor dificultad de convencer a un futbolista de manera individual?

Al final creo que es una parte que se puede entrenar, pero va mucho del talento que tenga cada uno para tener sensibilidad hacia las personas que tiene en frente. Cada uno requiere unas cosas diferentes, un tipo de conversación o necesita algo. El tener el talento para detectar y diferenciar qué requiere cada persona te permite tener un mayor control o facilitar que el control de las emociones de tus jugadores sea mejor. Y en consecuencia, el rendimiento.

Antes se acordó del Dépor. ¿Ha podido seguir algo?

La verdad es que no. He seguido resultados, pero igual que no he visto la Primera RFEF no seguí la Primera División. Yo no tengo la capacidad de seguir más de una categoría. Yo estoy enfocado y me como muchísimos partidos de Segunda División, no me da tiempo a analizar como entrenador. Pero (el ascenso) es una gran noticia para Galicia. Creo que lo ha merecido por el deportivismo, han dado una lección absoluta de lo que es apoyar a un equipo independientemente de las circunstancias. Y acerca más la posibilidad de que Celta y Dépor puedan convivir en la misma categoría, lo cual es una de las mejores señales de que el fútbol gallego vuelve a estar viviendo sus mejores años.

¿Qué le espera al Dépor en Segunda?

Mucho nivel. Va a tener que tener una gran gestión de las expectativas porque habrá muy buenos equipos. Nunca es fácil el proceso de un salto de categoría. Está claro que cuenta con una masa, una estructura y probablemente con un presupuesto por encima de la normalidad de los equipos que recién ascienden, pero desde luego la Segunda División no es nada sencilla.

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