El Ministerio de Hacienda busca alternativas para subir los impuestos "a los que más tienen", como definió el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, a las rentas más altas. Una posibilidad es incrementar el tipo máximo del IRPF entre dos y siete puntos. La otra es recuperar el impuesto de patrimonio, aunque con algunas variaciones respecto al anterior. Los técnicos de Hacienda, Gestha, abogan por recuperar el impuesto de patrimonio, por el que se podrían recaudar más de 3.600 millones de euros, y aumentar un 5% el tipo del impuesto de sociedades para las que registren más de 90 millones de beneficios, que supondrían casi 2.400 millones más.

La ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, afirmó el pasado viernes que las medidas que estudia el Gobierno serán "muy especializadas" y que no afectarán al crecimiento del país. Pero eludió, una vez más, entrar en detalles hasta que sea el momento oportuno.

El tipo máximo del IRPF es en la actualidad del 43% a partir de los 52.360 euros brutos al año. Si se incrementa hasta el 45%, la recaudación aumentaría en 5.000 millones. Si se subiera hasta el 50% llegaría a crecer en 17.500 millones más.

Los técnicos de Hacienda hacen también sus propuestas: incluir dos nuevos tramos en el IRPF. A partir de los 100.000 euros de ingresos anuales pagarían el 46% y a partir de 300.000 euros, hasta el 50%.

"Se trata de buscar fórmulas que sirvan para aumentar de verdad la recaudación. Porque el problema es que los que más tienen apenas tributan por el IRPF", aseguró José María Mollinedo, secretario general de Gestha.

"A las grandes rentas de verdad se les ha dejado demasiado hueco y han buscado fórmulas para colocar su patrimonio pagando lo mínimo. Ahí están las sociedades instrumentales y las patrimoniales, y la consecuencia es que apenas tributan", añadió. Por eso se propone subir también los tipos a las 1.976 sociedades que ganan más de 90 millones de euros.

Gestha, como el resto de expertos consultados, abogan por subir los tributos a las rentas más altas pero también por otras vías. Todos coinciden en que es necesario recuperar el impuesto de patrimonio que el Gobierno eliminó en 2007, aunque con algunas variaciones sobre el anterior para hacerlo más adecuado a la realidad tributaria española. "Depende de los tipos que apliquen y sobre qué cuota variará la recaudación. Si lo dejan como estaba, pueden ser unos 1.300 millones de euros", afirmó Mollinedo.

España no sería diferente a otros países si implanta fórmulas tributarias más altas para "los que más tienen". Hay otros ejemplos cercanos, como las dos grandes potencias europeas: Alemania y Francia.

La coalición que encabezó la canciller Ángela Merkel implantó el conocido como "impuesto de los ricos", que desde el año 2007 supone que los que ingresan más de 250.000 euros anuales, o familias que entre la pareja suman más de 500.000, pagan un 45% de sus ingresos. Los autónomos están exentos. Para los que ganan más de 52.882 euros el tipo máximo es del 42 por ciento, y en el caso de las familias, si suman más de 105.700.

François Mitterrand implantó el "impuesto de solidaridad de las fortunas", y Nicolás Sarkozy, en 2007, lo limitó con lo que se bautizó como "escudo fiscal", que consiste en que nadie pague más del 50% de lo que ingrese. Ahora el Gobierno prepara una nueva tasa para las rentas más altas y los rendimientos de capital para engordar el fondo de pensiones. Pero la subida de los impuestos para los que más tienen no es una prioridad inmediata para el Gobierno, que ha basado su estrategia de reducción del déficit en el recorte del gasto público. Será el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien anuncie las nuevas tasas "en el momento oportuno", como esta semana ha dicho la ministra de Economía, Elena Salgado. Y es que la subida de los impuestos le ha dado a Salgado unos cuantos disgustos esta semana, después de que Zapatero confirmase su pretensión de llevarlo a cabo días después de que la ministra lo negase. El anuncio ha llevado a la oposición a acusar al Gobierno de improvisar una medida para evitar el conflicto con los sindicatos.