El presidente ejecutivo de NCG Banco, José María Castellano, decidió en su primer día al frente de la nueva entidad reunirse con los representantes de los trabajadores en el Work Center de A Grela, para asegurarles que no prevé nuevos recortes de plantilla, con la salvedad de que la situación económica empeorase de forma radical.

Ayer por la tarde en una reunión de cincuenta minutos, Castellano afirmó ante representantes de UGT, CCOO, Csica, CIG y ASCA, que considera suficiente el ERE pactado para prejubilar a 1.230 trabajadores y las bajas incentivadas pactadas para 350 empleados. Desde ayer los 7.160 empleados de la caja ya son del banco, pero con las mismas condiciones laborales que tenían en la caja.

El directivo confirmó ante los representantes de la plantilla que las negociaciones para captar inversores avanzan a buen ritmo, por lo que calcula que podrá obtener entre 500 y 700 millones de euros. Castellano concretó de hecho que cuenta con cartas de compromiso de seis fondos de inversión, que estarían dispuestos a firmar una opción de compra sobre parte del accionariado que el Banco de España tomará en el banco a final de mes, cuando el FROB inyecte los 2.645 millones con una ampliación de capital.

El ejecutivo explicó que está a la espera de recibir una séptima carta de compromiso de otro fondo inversor, al margen de las negociaciones que todavía mantiene con empresarios gallegos, como los hermanos Vázquez Raña, a quienes visitará en México la semana próxima, entre otras grandes fortunas de la comunidad.

Castellano, a preguntas de los sindicatos, también aseguró que la estructura organizativa del banco, una vez nombrados los principales directivos de la entidad, será más reducida que la de la caja e intentará contar con "los talentos de dentro" antes de acudir a fichar gente de fuera. También anunció cambios para mejorar la integración informática de las dos antiguas cajas.

El sindicato UGT salió "moderadamente optimista" de la entrevista pues la nueva dirección es profesional y tiene experiencia en el sector. Más crítico fue la CIG, quien lamentó que "ayer desaparecieron las cajas de ahorro gallegas y es una mala noticia para el país".

Los delegados de Asca mostraron también su tranquilidad con la promesa de Castellano de no reducir más la plantilla