La Comisión Europea (CE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) han aceptado suavizar los objetivos de déficit para Portugal y le dan un año más, hasta 2014, para cumplir con el objetivo del 3% marcado por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC). La denominada troika considera que el Gobierno de Lisboa está aplicando el plan de ajuste exigido por la UE a cambio del rescate de 78.000 millones de euros concedido en mayo de 2011 y ha desbloqueado un nuevo tramo de 4.300 millones de euros.

Lisboa anunció ayer nuevas medidas de austeridad que complementarán las presentadas el pasado viernes, como la reducción de trabajadores públicos, recortes en las pensiones de los jubilados que cobren más de 1.500 euros mensuales y el aumento de los impuestos a los autónomos y a los trabajadores.