No hay concesiones de calendario ni prórrogas para el Banco Gallego. La entidad, que se convertirá en otra de las firmas nacionalizadas por el Estado, está en venta con el cartel de "urgente". El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) inició ayer de forma oficial el proceso de subasta de la entidad que preside Juan Manuel Urgoiti y que era la gran participada financiera -junto con el Etcheverría- de Novagalicia Banco. La institución que preside Fernando Restoy (número dos del Banco de España) distribuyó la semana pasada el cuaderno de venta de la compañía, según pudo confirmar este diario en fuentes financieras.

La intención del supervisor es de desprenderse cuanto antes del Gallego tan pronto se consume su nacionalización. El FROB ha comprometido la inyección de 80 millones en la ampliación de capital aprobada en la polémica junta extraordinaria de accionistas del 29 de enero. Esta decisión se suma a la valoración negativa que recibió la entidad. Vale -150 millones de euros.

Por lo pronto, fuentes del mercado hablan de dos probables interesados en adquirir el negocio del Gallego. Por un lado estaría el luso Banco Espírito Santo (BES), que nunca ha dejado de estar en las quinielas para hacerse con la entidad. El banco portugués ya aseguró a este diario que aún está "muy lejos" de la presentación de una oferta, aunque admitió que la participada de NCG es una de sus primeras opciones para cumplir con su estrategia de crecer en España. De otro lado está el Sabadell, que tiene en marcha un Plan Galicia para multiplicar su presencia en la comunidad con el que pretende abrir 59 sucursales en la próxima década, doce en los próximos quince meses. Otras firmas como Kutxabank también podrían pujar por el Banco Gallego.

El banco realizó una operación acordeón -reducción a cero del capital- para asumir las abultadas pérdidas (275 millones) derivadas de su exposición al ladrillo. Además, acumula un patrimonio negativo de más de nueve millones de euros. Con la ampliación comprometida por el FROB y su valoración negativa, la nacionalización del banco es cuestión de semanas. La reducción a cero del capital eliminó de un plumazo los 140 millones que acumulaban los 500 pequeños y grandes socios del Gallego. Entre ellos, su presidente, Juan Manuel Urgoiti, que controlaba un 7,41%; Javier Ungría, con un 11,48%; BNP Paribas, con un 3,13%; un 11,58% el empresario Epifanio Campo; otro 3,65% Ramón Bahamonde; y, finalmente, Inditex, con otro 2,46%.

En un controvertido comunicado difundido el pasado 24 de enero, el FROB avisó a todos los socios su intención de vender a corto plazo su paquete de acciones o el banco al completo, con o sin su respaldo. "Cualquiera de estas operaciones se realizaría siguiendo un procedimiento que asegure la concurrencia", indicaba la nota. Esto es, una subasta pública a la que puedan acudir todas las entidades que lo deseen.

En el registro de futuras emisiones de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aparece la fecha para la puesta en circulación de las nuevas acciones de la entidad que preside Juan Manuel Urgoiti. Se puede consultar en las anotaciones de los llamados Códigos ISIN (International Securities Identification Numbering System). Según la CNMV, la fecha de emisión de los nuevos títulos del Banco Gallego se producirá el próximo 12 de marzo.

El plazo marcado como máximo para la puja es el 30 de abril, pero fuentes financieras apuntan que la disposición del FROB es subastarla "enseguida". "El proceso va muy rápido y el objetivo es sacarlo ya, lo antes posible", aseguraron las fuentes consultadas, que insistieron en que no hay otra opción que no sea una subasta para asegurar la competencia entre los diferentes interesados en hacerse con el Gallego. Salvo sorpresa, su futuro está en manos del BES o de Banco Sabadell.