Con un solo bocado, el Banco Etcheverría Grupo Banesco da un salto de gigante en su estrategia de crecimiento. Había plan alternativo. La apertura de hasta 300 oficinas en cinco años si la subasta le dejaba de lado, con la intención de duplicar su actual cuota de mercado en Galicia, ligeramente superior al 2%. En ese bocado, la entidad salta al 30% del mercado autonómico, con la intención de mantener "la mayoría", según apuntan en la comunicación enviada a la CNMV, de las 670 sucursales que Novagalicia mantiene. El Etcheverría cuenta con medio centenar en la comunidad y un total de 117, con las 67 compradas a NCG fuera. El matiz de "la mayoría" es importante, porque durante los últimos meses, desde la llegada de Banesco al accionariado -donde controla algo más del 80% del capital- se abrieron una docena de oficinas en localidades medianas y pequeñas -O Grove, Padrón, Noia, Xinzo, Celanova, Carballiño, Avión...-, en las que, evidentemente, la nacionalizada también está presente.

Ahí figura el primero de los retos para digerir la operación, siempre bajo la tutela de las autoridades comunitarias, que exigían a Novagalicia un ajuste aún sin finalizar a cambio de los 5.400 millones de euros de su tercera ayuda pública. Concretamente, en relación a los estados financieros de NCG en junio de 2012 y septiembre de 2013, el adelgazamiento ronda el 20%, cuando Bruselas pide, según los propios datos del banco presidido por José María Castellano, que vaya del 30% al 40%. Banesco siempre defendió que con la integración, a diferencia de lo que ocurriría con la venta a un fondo, el margen para matizar la reestructuración es mayor.

En todo caso, surge la otra pregunta. ¿Es posible mantener dos marcas activas? Todo apunta a que no y que NCG podría perder su emblema en favor del Etcheverría, un entidad con casi 300 años años de historia que ha logrado sobrevolar la crisis y que ayer se presentaba como un ejemplo de "banca tradicional y los valores de la prudencia, cercanía, servicio y transparencia".