Una de las principales demandas de los sectores empresariales gallegos es la necesidad de contar con suelo industrial más barato y, en consecuencia, ser capaces de atraer empresas a la comunidad. Pero para aquellas que quieran instalarse en edificios ya construidos se van a encontrar con que los precios, lejos de bajar, siguen al alza. Según el informe anual del Colegio de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y Bienes Muebles de España el precio de las naves industriales en Galicia se encareció un 9,22% en 2014, un incremento solo superado por Baleares, Navarra y Andalucía y que contrasta con un abaratamiento del 0,06% a nivel estatal. "Sin duda se han alcanzado niveles de precios especialmente bajos, por lo que constituye una buena noticia", constatan los autores del estudio. En Galicia, por contra, la tendencia va a contracorriente pese a la enorme competencia de Portugal -con ofertas de suelo a un euro el metro cuadrado- y a la falta de espacio en determinados polos industriales.

En el caso de las naves industriales gallegas se produce la paradoja, además, de que el precio se encarece pero el interés aumenta. Las comunidad fue la que más préstamos solicitó a las entidades financieras para adquirir este tipo de inmuebles, muy por encima de la media. Del total de créditos concedidos, el 19,5% se destinó a la compra de naves industriales frente al 4,85% del conjunto del Estado. El 63% fue a parar a consumidores para la compraventa de viviendas -que solo se incrementó en Galicia en el caso de las ya usadas"-, y otro 6,78% se concedió para la compra de locales comerciales. La duración media pactada para amortizar los préstamos -cancelar la hipoteca- fue de 267 meses en la comunidad para las viviendas (22 años y algo más de dos meses), mientras que las naves industriales se pagan en una media de 12 años.