El Ministerio de Industria no descarta dejar para después del verano la subasta de incentivos que concede a los grandes consumidores eléctricos a cambio de que estén dispuestos a reducir o parar su consumo eléctrico en caso de emergencia (interrumpibilidad).

La directora general de Política Energética del Ministerio de Industria, Victoria Baquedano, se comprometió el pasado 23 de abril a organizar la puja antes del verano con el objetivo de facilitar una tarifa eléctrica estable a la gran industria para 2016 y con tiempo suficiente para que plantas como la que la aluminera estadounidense Alcoa tiene en A Coruña y Avilés (800 trabajadores en total) pudiesen planificar su producción y el ejercicio con tiempo. Es una de las demandas por las que la plantilla de Alcoa, que el año pasado amenazó con cerrar las plantas coruñesa y asturiana, vuelve estos días a movilizarse.

Fuentes del Ministerio de Industria explicaron a este diario que a día de hoy no hay decidida una fecha que la propia Baquedano había situado en la primera quincena de julio. Y la necesidad de entre seis y doce semanas de trámites previos a la celebración de la puja complican y mucho que llegue antes de septiembre. Industria de hecho reconoció a este periódico como posible que se celebre después del verano.

De ser así, la directora general de Política Energética incumpliría el compromiso que lanzó en público, durante unas jornadas organizadas por la Asociación de Empresas con Gran Consumo Energético (AEGE) celebradas en Madrid a finales de abril. Fue en el mismo foro donde Baquedano confirmó que el Ministerio no modificaría este año el régimen de subastas para poder hacerlas a un mínimo de tres años y facilitar un precio más estable a la industria intensiva en consumo eléctrico, como había prometido a los sindicatos sólo unas semanas antes.

Industria se había comprometido -ante las centrales pero también ante las empresas representadas en la mesa de la energía- a promover esta modificación del régimen de pujas antes del presente verano, pero semanas después, en el foro de AEGE, la directora general reconoció que ese cambio llegaría como pronto en 2016, como ya había dejado entrever días antes Red Eléctrica de España (REE). Aquel cambio de tercio sentó especialmente mal a los comités de empresa de las plantas de Alcoa en A Coruña y Avilés, que prometieron estar muy atentos a los movimientos de Industria y salir a la calle cuantas veces hiciesen falta para reclamar una tarifa eléctrica más baja y estable para que la industria pueda competir en precios con la de otros países y mantenga el empleo. La electricidad supone entre un 35 y un 40% de los costes de Alcoa.

¿Y por qué se retrasa la subasta? Industria no lo aclara. El operador del sistema eléctrico, Red Eléctrica de España es el que gestiona la interrumpibilidad y el organismo encargado de convocar y organizar la puja, pero lo hace a instancias del Ministerio de Industria y después de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) emita un informe sobre las condiciones de esa subasta. Fuentes de REE explicaron a este periódico que ya envió una propuesta de orden de convocatoria a la CNMC sobre las pujas.

Tras este paso, el organismo regulador tiene que realizar un informe sobre esa propuesta y enviársela al Ministerio de Industria, que es el responsable de ordenar la convocatoria de la puja, las fechas en que debe celebrarse y las condiciones finales. Este diario intentó sin éxito conocer si la CNMC ha dado ese paso y en qué fase del proceso se encuentra el Ministerio, pero tanto la plantilla como las industrias grandes consumidoras advierten de que los plazos son este año más ajustados que nunca, dado que las elecciones generales se celebrarán en otoño y el Ejecutivo de Rajoy tiene menos tiempo que en 2014 para completar los trámites antes de que acabe el ejercicio. La primera subasta del año pasado se celebró en noviembre y hubo una extraordinaria el 27 de diciembre, con lo que las empresas no dispusieron de un precio final de la energía hasta enero en un mercado que funciona con pedidos a tres meses vista.

El año pasado, in extremis

Industria adjudicó el año pasado primas de interrumpibilidad por valor de 550 millones de euros para este ejercicio entre un total de 150 factorías de un total de 100 empresas distintas. La subasta de las primas de interrumpibilidad reparten una serie de bloques de potencia interrumpible; uno para reducciones de consumo de 5 MW y otro de 90 MW que las empresas se comprometen a realizar si el operador del sistema, Red Eléctrica de España (REE), así lo requiere, normalmente para hacer frente a emergencias.

El Gobierno convoca esos lotes y les pone un precio máximo que una vez que arranca la puja va bajando. Alcoa, que fue la industria que más incentivos obtuvo el año pasado, logró 140 millones en primas, lo que supuso una rebaja en el recibo de 23 euros por megavatio y pagar una media de 29 euros, frente a los 42 de la industria no electrointensiva y a los 118 del consumidor doméstico.

La firma obtuvo sin embargo menos incentivos que en años anteriores, dado que en 2013 logró 190 millones y otros 130 en 2014, aunque estas son cifras globales para Alcoa, pero como la firma dijo a sus trabajadores, las bonificaciones de A Coruña fueron este año un 30% más bajas que las del ejercicio anterior.