Muchas cosas en Abanca suenan todavía a novedad. Un año después del estreno, sus gestores presumen de "haber sentado las bases, sin duda, para seguir apoyando el desarrollo de nuestro entorno". "Con la confianza de los clientes y la financiación al tejido productivo", destaca su consejero delegado. Ahí está la clave, según Francisco Botas, del resultado del primer semestre del ejercicio, "en la fortaleza de los ingresos recurrentes" -aquellos que vienen de la actividad natural de una entidad-, con un beneficio de 182 millones de euros. Y también con eso se explica la notable diferencia de las ganancias respecto al mismo periodo del pasado 2014, una caída del 42% sobre los 314 millones de euros de entonces, muy vinculados, esgrime Botas, a operaciones extraordinarias con la renta fija.

El principal banco de la comunidad no es una excepción con el mal que padece el conjunto del sector por el contexto de tipos muy bajos. El margen de intereses se deja un 23%, hasta los 219 millones de euros. La receta de la entidad es exprimir el margen comercial con la dinamización del crédito y su mix de productos. La financiación concedida, 5.135 millones, se duplicó en comparación con el primer semestre del año pasado. Seis de cada diez euros fueron a empresas y autónomos. El ladrillo absorbe únicamente el 2,7% del total. El crédito convencional aumentó un 8% hasta los 24.150 millones, lo que permite a Abanca aguantar su 30% de cuota de mercado en Galicia. La posición se mide respecto a los datos del resto de entidades financieras en marzo, por lo que Botas cree que, una vez se conozcan los de junio, esa porción de la tarta "podría aumentar".

Los recursos de clientes minoristas rozan los 32.900 millones de euros, un 15% más. En ese mismo porcentaje de subida se mueven los depósitos -28.872 millones, 754 más que en junio de 2014-, con los que la cuota del banco en el ahorro de la comunidad llega al 41%.

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Los "ingresos por prestación de servicios", las comisiones entre ellos, suben un 2,9%, con 81 millones de euros. El área de seguros reporta un 16% más tras el aumento del 38% en el número de pólizas comercializadas. Los gastos de explotación -la mitad por los salarios- no varían: 265 millones. La rentabilidad de la entidad sobre sus fondos (ROE) se sitúa en el 9,1%.

Pero, sin duda, el dato que más sobresale en las cuentas presentadas ayer por Francisco Botas en Santiago es la notable reducción de los dudosos. El saldo a cierre de junio se queda en 3.131 millones de euros. Un 33% por debajo del mismo mes de 2014, lo que supone un descenso de 1.544 millones de euros y lleva a la morosidad al 9,9%. Hace un año estaba en el 17%. Por primera vez en la historia de la entidad durante la reestructuración financiera baja del 10% y es menor a la de la media del sector.

"Es fruto del trabajo de un equipo muy numeroso que está en contacto con las empresas, con aquellos clientes en dificultades y por la influencia del entendimiento de la sociedad en la que vivimos y la idiosincrasia del entorno", explica el primer ejecutivo de Abanca, en referencia a la apuesta por las reestructuraciones de créditos para "viabilizar distintas iniciativas y la conservación del empleo". Las provisiones sumaron 156 millones, con una cobertura de los fallidos del 58%.

El banco cuenta con 10.900 millones de euros de liquidez y una ratio de capital (CET1) del 15,63%. Son 1.600 millones por encima del mínimo legal. Lo que le permite "seguir dando financiación al mismo ritmo que estamos llevando".

A la hucha, precisamente, se orientaron las ganancias de más de 1.100 millones del pasado 2014. Íntegras, sin el reparto de dividendo inicialmente previsto por el consejo de administración y con el que tenía la intención de amortizar las cuotas pendientes al FROB. No habrá abonos adelantados. "Se pagará en la fecha determinada para hacerlo", confirmó Botas.