La Consellería de Infraestruturas e Vivenda y la Sociedad de Gestión de Activos de la Reestructuración Bancaria (Sareb) o banco malo acordaron ayer ampliar su cooperación para "reforzar la atención a las necesidades relacionadas con la vivienda" en la comunidad gallega.

Los representantes del organismo dependiente del Gobierno central se comprometieron, en un encuentro celebrado en A Coruña, a priorizar las zonas en las que la Sareb ha detectado una mayor necesidad de inmuebles en la progresiva cesión de viviendas vacías a la Xunta con el fin de destinarlas a alquileres sociales.

Mientras, el departamento que dirige Ethel Vázquez precisó que el Gobierno gallego y el banco malo firmaron el año pasado un convenio por el que la Sareb se comprometió a ceder "hasta 100 viviendas a la Administración autonómica para destinarlas a familias con dificultades de acceso a la vivienda". En la reunión de ayer también acordaron analizar opciones de adquisición por parte de la Xunta de las promociones de viviendas desocupadas que se encuentran en manos del organismo estatal en aquellos lugares en los que exista demanda social "acreditada".