Ya justo después del desembarco en la antigua NCG con la victoria de su holding financiero en la subasta que el FROB organizó en diciembre de 2013 por la antigua nacionalizada, Juan Carlos Escotet, vicepresidente y máximo accionista, ponía el acento en la importancia que tanto él como el resto de su equipo daban "al capital humano", en referencia a una plantilla con la moral muy deteriorada por todo lo sucedido desde la fatídica fusión de las dos cajas de ahorros, y dejaba entrever su deseo de impulsar cuanto antes la recuperación de los pagos de incentivos que estuvieron congelados mientras duró la tutela del Estado en la entidad para reconocer "el talento" entre los empleados. "Abanca considera la adecuada remuneración de sus profesionales un factor fundamental en la creación de valor para la entidad", insiste de nuevo el banco, dos años después de su alumbramiento, desde el informe que la comisión de Remuneraciones realizó para someter a votación de la Junta de Accionistas celebrada ayer el pago de variables a sus consejeros a través de acciones.

El desembolso de extras en función de los objetivos se traslada también a la cúpula de la gestión, unos 16 directores generales y comerciales, según señala la entidad. Fueros dos de los acuerdos tomados por unanimidad en la cumbre anual de los socios, con la participación del 86,94% del accionariado. Solo el holding con el que Escotet controla Abanca concentra el 86,79%. "La Junta General de Accionistas de Abanca ratificó varios cambios en la política retributiva de la entidad siguiendo las mejores prácticas europeas en esta materia", explican sus responsables en un comunicado de prensa divulgado tras la reunión. El tope posible en general del componente variable para los directores generales, que son 13, y los directores comerciales y de mercados de capitales, otros 3, será del 100% de lo que cobren en salario fijo, pero la entidad "podrá aprobar" que llegue hasta el 200%. El "importe máximo estimado del exceso de los componentes variables de la remuneración" es, según el informe que acompaña ese punto del orden del día, de 3,45 millones. En el caso de los cambios en la política de pagos a los consejeros (ocho), la junta aprobó la opción de abonarles parte de los variables a través de acciones, algo que aseguran "mejora el alineamiento de sus intereses con los intereses a largo plazo del banco".

Fue uno de los consejeros independientes que Juan Carlos Escotet trajo para Abanca hace dos años, cuando la entidad se rebautizó. Miguel Ángel Capriles López presentó su dimisión "debido a la atención que actualmente requieren sus obligaciones profesionales y que le impiden atender las correspondientes a dicho cargo con el mismo celo y desempeño que hasta la fecha".