El emprendimiento, esa aventura que las instituciones llevan años intentando promover como una pata sobre la que asentar la recuperación del empleo, no es la panacea ni evita salir del trabajo precario y temporal. Así al menos lo ve la Federación de Autónomos de Galicia que en un duro comunicado alerta de la pérdida neta -diferencia entre altas y bajas- de 115 trabajadores por cuenta propia entre enero y junio. La situación en la comunidad contrasta con la del conjunto de España, donde la afiliación al régimen de los autónomos aumentó en 40.000 personas en ese mismo periodo.

A Coruña es de hecho una de las provincias peor paradas, donde en los primeros meses del año se destruyeron 175 empleos por cuenta propia, que la federación atribuye a una situación de parálisis que atribuye por una parte a la paralización de la actividad en algunos ayuntamientos y por otra, a la "falta de industrias que generen nuevos yacimientos de empleo autónomo, diferentes de los sectores tradicionales que en definitiva, mal que bien, son los que aguantan el tirón de la economía". Mientras, la única provincia donde el empleo autónomo avanza es Pontevedra, donde los autónomos gallegos ven "mayor actividad y dinamismo".

"Estamos en un periodo caracterizado por el emprendimiento alocado, el empleo por cuenta ajena precario y temporal, la emigración de nuestros mejores talentos jóvenes, y una sociedad cada vez más empobrecida y envejecida; esa es la realidad", dice la federación. La agrupación advierte además que la mayor parte de quienes se deciden a trabajar por cuenta propia lo hacen en la hostelería, la construcción, y las actividades profesionales, que suponen casi el 60% de las nuevas altas, aunque advierte de la gran "rotación", de que "abren y cierran muchos negocios" pero pocos "se consolidan".

La Federación de Autónomos de Galicia critica además el sistemático icumplimiento de la legislación sobre pago a proveedores. Acusa a la Administración de incumplir su propia legislación y abona sus recibos pendientes con una demora media de 75 días, 85 en el caso de las comunidades autónomas, aunque ese plazo se reduzca en Galicia a sólo 66.

El próximo curso escolar arrancará, según la federación, con nuevas altas en profesiones vinculadas a la educación o la formación, que se verán compensadas al menos en parte por las bajas de la hostelería y el turismo.