Marcelo Castro-Rial Schuler cesó ayer como presidente de la Cámara de Comercio de A Coruña tras seis años y medio en el cargo al que accedió en las últimas elecciones convocadas en la institución cameral, antes de que en 2014 se aprobase la Ley de Cámaras. La entrada en vigor de la norma coincidió con el plazo legal para convocar los comicios, pero el Gobierno de Rajoy todavía no abrió el proceso electoral de las cámaras, un trámite obligatorio antes de que las administraciones autonómicas convoquen los comicios y tutelen los procesos en cada comunidad.

Castro-Rial accedió al cargo con el objetivo de cumplir un sólo mandato y prometió un máximo de ocho años y ahora que se han cumplido seis y medio y que la Cámara coruñesa tiene asegurada su autonomía económica para los próximos años y un presupuesto aprobado para 2017, ha decidido volcarse en la gestión de sus empresas y renunciar por motivos personales.

A Castro-Rial lo sucederá de forma automática el vicepresidente primero, Antonio Couceiro, que asumirá la Presidencia en funciones. El reglamento de régimen interno de la Cámara prevé que ante una vacante como la que se produce con la marcha de Castro-Rial, asuma su cargo el vicepresidente primero y que en el siguiente pleno a celebrar -previsiblemente en diciembre- los 58 vocales del pleno elijan a un presidente provisional hasta la celebración de los próximos comicios. Fuentes próximas al comité ejecutivo de la institución cameral explicaron ayer que Couceiro se brindará a ser confirmado en el cargo en ese momento, aunque cualquiera de los vocales es elegible ante una situación de este tipo.

"Cambio de ciclo"

"Asumí un compromiso de un mandato que se prolongó a seis años y medio. Después de aprobar los presupuestos y de celebrar Exporpymes es el momento de un cambio de ciclo. Personalmente opino que las personas que ocupan responsabilidades públicas no deben perpetuarse en el cargo, así que qué mejor que dar ejemplo", explicó ayer en declaraciones a este diario.

Castro-Rial deja atrás un mandato convulso e intenso por la modificación de la normativa sobre las cámaras de comercio. Fue elegido en junio de 2010, y en diciembre de ese mismo año, el Gobierno de Zapatero eliminó las cuotas obligatorias que hasta entonces las empresas de cada demarcación cameral tenían que abonar y que servían para sufragar buena parte de la actividad cameral. El proceso fue paulatino y la desaparición de esas aportaciones se produjo definitivamente en 2013.

A Coruña consiguió reorientar su actividad y fue la primera cámara de Galicia que se lanzó a la captación de socios que abonasen una cuota voluntaria, además de empezar a cobrar por sus servicios. La fórmula dio resultado y hoy en día la coruñesa es la más saneada de Galicia, aunque tuvo que hacer recortes de personal, mientras que las de Pontevedra, Vigo y Vilagarcía tuvieron que fusionarse; la de Lugo fue rescatada por la patronal lucense y la de Ferrol se vio abocada a la disolución.

La supresión de las cuotas obligatorias y la modificación de las atribuciones que la Ley de Cámaras impuso obligaron a "redefinir el sistema cameral", como ayer recordaba Castro-Rial, que recuerda estos seis años como "intensos y complicados" en el día a día de la institución pero cree que el camino está ahora "despejado".

"Creo que hay que saber llegar a los sitios pero también saber irse y hacerlo cuando las cosas están bien. Y el mérito no es mío sino del comité directivo, del pleno y del personal de la Cámara. Cuando llegué aquí tenía muchos conocidos y me voy con muchos amigos", explicó el ya expresidente.

Marcelo Castro-Rial fue designado presidente en junio de 2010 tras recibir un amplísimo respaldo en las elecciones más reñidas de la historia reciente de la institución cameral. El candidato batió al representante provincial del comercio, Miguel Agromayor, y a Gerardo Crespo -imputado luego en la operación Zeta- y arrasó con una participación cercana al 100%.

El empresario, que gestiona con sus hermanos un grupo (Sicar) con más de sesenta años de historia, se presentó en nombre de su firma Egal Biodiésel y el con el respaldo de quien muchos apuntaron como su gran mentor, Antonio Couceiro, que ahora le sucede en el cargo.