El máximo accionista de la firma gallega de transporte Monbus, Raúl López, negó ayer que su 66% en el capital de la empresa esté en venta o que haya buscado asesoramiento para encontrarle un comprador. Según ha podido saber este diario, el empresario -que controla la empresa líder del transporte de pasajeros en Galicia y la tercera de España- o sus asesores han establecido contactos con otros tres operadores de ámbito nacional para cerrar una venta que hasta ayer iba bien encaminada y que según fuentes del mercado rondaría los 100 millones de euros.

Fuentes de Monbus aseguraron desde primera hora de ayer que en los planes de Raúl López -investigado desde el año pasado por blanqueo de capitales en la operación Cóndor- "no entra" vender su participación de control. El grupo alega de hecho que se encuentra "en crecimiento", embarcado en un proceso de expansión y que prevé abrir una nueva línea en Cataluña próximamente. Ésta fue la respuesta que dio la empresa después de que el diario económico Expansión adelantase en su edición de ayer una negociación entre Raúl López, Abanca -que controla el otro 34% del capital- y tres operadoras de ámbito nacional y capital extranjero.

Fuentes consultadas por este diario atribuyen el desmentido de López a la filtración de la operación, y no descartan que ésta pueda provocar una demora o que incluso la frustre.

La desinversión en activos no estratégicos -no vinculados a la actividad bancaria- es un objetivo que la entidad heredera de las cajas de ahorro gallegas se impuso incluso antes de ser privatizada y adjudicada al grupo Banesco. Primero por la necesidad de hacer caja para reducir el agujero contable y luego, porque era una de las exigencias de la Comisión Europea al rescate financiero.

La llegada de Juan Carlos Escotet al accionariado no ha variado la estrategia, aunque la entidad no tendría en este caso la última palabra, como ocurrió con la cablera R, porque es el accionista mayoritario quien tiene la capacidad de negociar una operación de este tipo a la que un socio minoritario tiene pocas opciones de oponerse. Abanca sin embargo tiene en venta su 34% y está dispuesta a escuchar ofertas, aunque en una empresa de estas características no son habituales si no es para hacerse con el control accionarial o con el 100% de la empresa. Sobre todo por los operadores que están detrás de las negociaciones.

Fuentes cercanas a la operación aseguran que Raúl López puso la empresa en el mercado a través del exministro de Justicia, Francisco Caamaño, colaborador del despacho Caamaño, Concheiro y Asociados de A Coruña, que asesora el proceso, y de la consultora Deloitte, y que Alsa (del grupo británico National Express), líder del mercado nacional; Avanza, antigua Auto Res (del grupo mexicano ADO) y Arriva (de Deutsche Bahn) optaron a un proceso de venta restringido en el que el vendedor podría incluso haber descartado a una de las tres ofertantes. Para cualquiera de las tres, Monbus sería un bocado apetitoso porque les permitiría marcar la diferencia y distanciarse de sus competidoras, sobre todo porque al margen del negocio gallego, pertenece al Consorcio de Transportes de Madrid y tiene presencia en Cataluña. A Alsa, la consolidaría como líder, mientras que Avanza tiene mucha más presencia en el centro y sur de España que en la zona norte. Para Arriva, Monbus le permitiría hacerse con el liderazgo gallego, donde ya tiene amplia presencia y acaba de adquirir la santiaguesa Aucasa, además de en Madrid y Baleares y en transporte discrecional (concertado para grupos, como el escolar).