Galicia es la séptima comunidad autónoma con mayor índice de innovación de España, según un estudio universitario, a pesar de que su gasto en I+D+i retrocedió a su nivel más bajo desde 2004, y a que está a la cola de España en la formación de sus empresarios, en productividad, en empleo en ocupaciones relacionadas con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), en competitividad de su tejido productivo y en población concentrada en aglomeraciones urbanas de alta densidad.
El estudio La competitividad de las regiones españolas ante la economía del conocimiento, elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) y la fundación BBVA sitúa a Galicia como segunda comunidad seguidora -por detrás de Comunidad Valenciana- de acuerdo a su Indicador Sintético de Innovación (ISI), una categorización que usa la Unión Europea para calificar a sus países, Las comunidades "seguidoras" están en una categoría a medio camino entre las "líderes en innovación" (Madrid, Cataluña, País Vasco, Navarra, Aragón) y las comunidades "de innovación modesta" (Murcia, Castilla-La Mancha, Baleares, Canarias y Extremadura). Galicia tiene un ISI del 0,44, a medio camino entre el 0 mínimo y el 1 de máximo y le acompañan Castilla y León -que desde 2008 cayó al octavo puesto-, La Rioja, Cantabria, Andalucía y Asturias.
La situación de Galicia y su mejora (un puesto) en el ranking nacional de innovación se produce a pesar de que su gasto se ha reducido a un nivel más bajo incluso que el registrado en 2004, según el estudio. Como ocurrió en el conjunto de España, Galicia pasó de superar el 1,5% de su PIB en innovación en 2004 al 2,3% en 2008, pero durante la crisis y con datos de 2014, el gasto se redujo a un 1,3%, un punto de PIB por debajo del dato anterior a la crisis. El gasto español partió de un 1,9% en 2014 para alcanzar el 2,4% cuatro años después y reducirse al 1,8% en 2014.
La caída del gasto se produce pese a que Galicia era en 2013 el quinto territorio con el mejor saldo fiscal, del entorno de un 7,5% de su PIB, sólo por detrás de Extremadura, Asturias, Canarias, Castilla y León y empatada con Castilla-La Mancha. Los saldos fiscales positivos permanentes "refuerzan la capacidad de gasto público de invertir en conocimiento e impulsar la actividad productiva regional", según los autores del estudio.
La comunidad perdió así un puesto entre las que más gasto dedican al I+D+i. Partía en 2004 en el sexto lugar, que mantuvo en 2008, pero hace dos años fue superada en el ranking por Castilla y León, con un gasto sólo ligeramente superior.
El índice es elaborado a través de la posición relativa de la comunidad en 27 variables, dentro de cuatro indicadores, y en cada uno de ellos su posición es diferente, pero a modo de resumen la evaluación de Galicia es baja en 16 variables (más de la mitad), media en ocho y alta en tres.
Escala sin embargo al séptimo puesto de las comunidades innovadoras gracias a su buena posición en los llamados indicadores de los factores de entorno, como el peso de las infraestructuras de transporte en su Producto Interior Bruto (PIB), de un 62% y por encima de la media estatal (41%); su grado de apertura externa, que es de un 67% según datos de 2015 (53% de promedio español) y el peso de las empresas que exportan de forma regular sobre el total de las que venden sus bienes fuera. Es de un 35%, tres puntos por encima de la media.
Si hay un capítulo en el que la comunidad sale mal parada es en el de conocimiento y capital humano. Sólo un 25% de la población gallega en edad de trabajar tiene estudios superiores, dos puntos menos que la media estatal, lo que la sitúa en el séptimo puesto por la cola, sólo con datos mejores que Baleares, Andalucía, Murcia, Canarias, Castilla-La Mancha y Extremadura. Galicia es sin embargo la quinta comunidad que más avanzó en este campo entre 2000 y 2015. Hace 16 años, la población con estudios superiores no alcanzaba el 15%, y era la tercera comunidad peor clasificada.
El estudio deja claras sin embargo las enormes diferencias que hay dentro de la población de la comunidad. Un 42% de los tiene estudios superiores, lo que coloca a Galicia en el noveno puesto de España y en un nivel muy similar al promedio estatal. Es además el segundo territorio que más mejora sus resultados, al avanzar casi 20 puntos porcentuales desde 2000. Galicia es también la sexta comunidad con más población altamente cualificada, un 30% del total, dos puntos por debajo del promedio nacional.
También es cierto que la gallega es la segunda comunidad en la que menos diferencia hay entre la tasa de paro de la población con estudios obligatorios y superiores, de tan sólo 12 puntos porcentuales. Navarra es la primera, con 9.
La otra cara de la moneda la representan los empresarios. Sólo un 31% de ellos tienen estudios superiores, con lo que se convierten en los quintos peor formados de España, por detrás de los de Castilla-La Mancha, Extremadura, Castilla y León y Andalucía. En 2000 la situación era aún peor: Galicia tenía los segundos peores datos por detrás de Castilla-La Mancha. La comunidad es además la novena en la que el peso de las empresas en el gasto en I+D+i es más bajo, de un 65%.
El estudio apunta además que Galicia está entre las comunidades que tienen más volumen de empleo en las llamadas microempresas (menos de diez trabajadores), un 42,9% del total y sólo un 2,2% de sus ocupados lo están en trabajos relacionados con el sector TIC. Es por eso que se encuentra también en la parte baja de la tabla (octava por la cola) en el peso que los sectores intensivos en el uso de las TIC tienen en su Valor Añadido Bruto (VAB), de un 21,3%.
Lo que la fundación BBVA y el IVIE denominan economía del conocimiento (con un peso importante del conocimiento humano en el crecimiento de la economía) tiene un peso en Galicia del 53,5%, dos puntos por debajo que el promedio español, lo que hace que tenga una mayor resistencia que la media a la crisis pero una menor capacidad de recuperación del empleo. La combinación de todos estos datos y de otros como la dispersión poblacional provoca que a pesar la séptima comunidad en innovación Galicia sea la octava en términos de competitividad y que Asturias y Cantabria, menos innovadoras, la superen. En ambos rankings, de composición diferente, dominan cuatro comunidades: País Vasco, Madrid, Cataluña y Navarra.
