El comité de empresa de Ferroatlántica de Cee-Dumbría-Centrais Hidroeléctricas instó ayer a la Xunta -tras saber que la compañía ya solicitó al Ejecutivo gallego la autorización para segregar los activos y vender los saltos de agua- a no ceder al chantaje del Grupo Villar Mir y rechazar la separación de las fábricas de ferroaleaciones y las centrales hidroeléctricas. "Es el momento de que la Xunta pare los pies a la empresa. Si vende las centrales, cerrará todo lo que tiene en Galicia. De hecho, si no tuviese que pedir permiso para deshacerse de ellas, ya las habría colocado y las fábricas de A Costa da Morte ya no estarían aquí", sentenció el portavoz de la plantilla de Cee y Dumbría, Alfonso Mouzo, muy molesto con el Ejecutivo gallego porque aún no se reunió con el comité de A Costa da Morte para analizar la situación de los trabajadores. Los empleados celebran hoy una asamblea para decidir qué estrategia adoptar en el futuro.

Mientras, la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, aseguró que ha llegado el momento de que [el presidente de la Xunta, Alberto Núñez] Feijóo diga "si está del lado de Galicia o de Villar Mir, imputado por el financiamiento ilegal del PP". En Marea aseguró que se trata de "un nuevo expolio de Galicia" y acusó a la Xunta de "mirar para otro lado".