Popular se desplomó casi un 18% ayer en Bolsa y cerró en mínimos históricos, lastrado por la incertidumbre sobre su posible venta y las noticias sobre que la entidad no habría superado los umbrales marcados por el FMI en las pruebas del Programa de Evaluación del Sector Financiero. El banco se apresuró ayer por la tarde a desmentir este asunto y precisó que el FMI no detallará la situación de entidades individualmente.

En el último año, la entidad ha visto volar dos terceras partes de su valor en Bolsa. La entidad presidida por Emilio Saracho, el sexto banco nacional, retrocedió un 17,89%, hasta situar el precio de sus títulos en los 0,5 euros, en una jornada en la que llegó a tocar los 0,491 euros, después de que la entidad decidiera ampliar hasta finales de este mes el plazo para que los posibles compradores interesados presenten sus ofertas. Nuria Álvarez, analista de Renta 4, destacó que la de ayer fue una "sesión de fuerte castigo a Popular" que achacó a los rumores de la falta de interés de los compradores así como a un potencial rescate europeo. El analista de XTB Rodrigo García apuntó tres posibles escenarios para Popular: la venta a otra entidad, una ampliación de capital o su rescate por parte de las autoridades. Aunque la venta se daba por hecha hasta hace unos días, la "tardanza en aparecer una propuesta en firme hace que las posibilidades de venta disminuyan día a día". Entre los candidatos a la compra, el analista situó a Santander, BBVA, CaixaB ank, Sabadell y Bankia. Sería la opción preferida por los accionistas, que presumen recibirán una prima por acción.