Ferroatlántica formalizó ayer la muerte del plan industrial que había ofrecido desarrollar con parte del capital que pensaba obtener de la venta de las centrales hidroeléctricas de los ríos Xallas y Grande, después de que la Xunta rechazase el pasado jueves su solicitud para modificar la concesión que rige su explotación. La compañía reunió para ello a la comisión de seguimiento del plan pactado con los sindicatos -en la que participan directivos de la multinacional Ferroglobe y las federaciones nacionales de UGT, CC.OO. USO y SU- y en ella "dio por extinguido" el proyecto para invertir 200 millones y crear 940 puestos de trabajo en España, la mitad en Galicia.

El grupo ya había adelantado que el no de la Xunta supondría la paralización del proyecto de silicio solar de Arteixo y tendría consecuencias en el empleo asociado a sus centros de trabajo pero ayer fue más allá, al dejar claro que las inversiones de "desarrollo tecnológico" entre las que incluye la fábrica en Arteixo y otra en Puertollano (Ciudad Real) "seguramente se agruparán en un proyecto menor y más compacto" en una localización por determinar.

Ferroatlántica abre la puerta con esta afirmación a trasladar a Ciudad Real su proyecto de I+D de silicio solar diseñado y desarrollado por la sociedad Silicio Ferrosolar, del grupo Ferroglobe, que ocupa una mínima parte de la parcela que éste tiene en Sabón y da empleo a 25 personas, en su mayoría técnicos. Al frente del proyecto como consejero delegado está Ramón Ordás Badía, exdirector xeral de Industria de la Xunta hasta 2005.

La actual planta es un proyecto piloto de otro más grande, una fábrica de silicio solar que Ferroglobe prometió en septiembre del año pasado -en plena campaña electoral de las autonómicas- para Sabón. Se trataba de una factoría en la que invertiría 42 millones, daría empleo a 90 trabajadores directos y 150 indirectos y fabricaría unas 3.000 toneladas de material. Enseguida el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, atribuyó a su gobierno alguna responsabilidad de este desarrollo. Los sindicatos revelaron después que habían acudido a la Xunta para alertar de que tras la fusión con Globe, Ferroatlántica estudiaba llevarse ese proyecto a otro lugar y que factorías de Canadá, Francia y Puertollano rivalizaban por él.

Semanas después, pasadas las elecciones, Ferroatlántica reconoció que buscaba comprador para sus hidroeléctricas y que sólo si lo conseguía ampliaría el proyecto de Sabón. Arteixo concentraría en todo caso una parte del plan, mientras que Puertollano se llevaría el 64% de la inversión y el 60% del empleo creado al abrigo de un producto diseñado en Galicia. Fuentes de Ferroatlántica precisaron hace meses que la fase de Puertollano sólo tenía sentido estratégico allí.

Ferroatlántica no aclara de momento cómo será replanteado el proyecto ni cuál será su ubicación, pero sí que la extinción de su plan es "consecuencia de la negativa de la Xunta" a segregar las centrales de las fábricas de ferroaleaciones que tiene en Cee y Dumbría.

La compañía destaca que los representantes sindicales expresaron en la reunión de ayer "de forma unánime su contrariedad por la negativa de la Xunta por conllevar incertidumbre sobre las condiciones industriales y laborales de los trabajadores".