La mejora paulatina en la formación bruta de capital -en Galicia lleva tres años al alza- no compensa el roto que la crisis le provocó. La inversión de las empresas en la comunidad para mejorar o ampliar su negocio está un 43% por debajo de los niveles de 2008. Parte de la explicación viene de la evolución en la industria -una de las que más gasta en bienes, y que arrastra un descenso del 9%, de hasta el 13% en el caso de las manufacturas- y la construcción, donde la actividad es un 39% menor. El gasto de los hogares, pese a recuperarse también, no llega a los niveles precrisis. Le falta un 8%. Administración pública, sanidad y educación suman el 17% de lo generado por la economía gallega tras una variación desde la etapa expansiva del 9,9%. Por eso también el gasto público, uno de los tres componentes de la demanda interna del PIB, presenta tasas superiores al del conjunto de la economía en estos años. Hoy las administraciones, gastan más que antes de la llegada de la primera recesión: 4,1%.