La deuda privada española (empresas y familias) sigue reduciéndose y en julio se contrajo otro 0,58% respecto al mes anterior, pese a lo cual persiste en un volumen muy alto: más de 1,61 billones de euros, equivalente a 1,6 veces el producto interior bruto (PIB) o riqueza anual generada por la economía española. Según los datos difundidos ayer por el Banco de España, la deuda de las empresas menguó en julio el 0,19% y ascendió a 905.249 millones. En el caso de las familias, sus débitos ascienden a 706.930 millones, un 1,08% menos que en junio. Pese a la gradual reducción de los pasivos, el sector privado sigue aún muy apalancado, lo que de momento tiene la ayuda de la política de bajos tipos de interés del BCE