La Consellería de Economía puso en marcha hace tres años su primera ayuda para paliar la pobreza energética y subvencionar parte de los gastos de electricidad de las familias con escasos recursos, que luego amplió con otra modalidad para evitar los cortes de suministro. Los beneficiarios de ambas medidas en el primer semestre de este año sumaron 5.111 hogares, un 54% más que en 2016, pese a la mejoría económica y la reducción del paro. La cifra, sin embargo, queda muy lejos de la prevista por la Xunta, que calculaba unos 40.000 beneficiarios.

La última de las aportaciones públicas es la más empleada por las familias. Un total de 3.164 lograron las ayudas urgentes para no quedarse sin luz ni gas -es la única medida que incluye también esta fuente energética-, que supone que la Xunta abone hasta dos facturas mensuales por un máximo de 200 euros, siempre que se haya superado el plazo límite de pago y los ingresos familiares no superen el indicador público de renta de efectos múltiples (Iprem): 7.519 euros en 14 pagas.

Las 1.947 ayudas restantes son del tique eléctrico, entre 180 y 300 euros anuales -la máxima ayuda es para familias numerosas- para hogares con menos de 11.278 euros anuales (1,5 veces el Iprem) que incluyan menores o personas con discapacidad.