CaixaBank elevó su beneficio neto hasta los 704 millones de euros en el primer trimestre del año. Según detalló el banco durante la presentación de resultados en Valencia, donde tiene su sede social desde el pasado mes de octubre, las ganancias de la entidad se dispararon un 74,7% respecto al mismo periodo del año anterior gracias al impulso de los ingresos básicos del negocio bancario, que alcanzan los 2.008 millones y que aumentan un 6,5%, y por la reducción de las dotaciones, que descienden hasta casi la mitad: 191 millones de euros. A ello se sumaron los mayores ingresos de compañías participadas, que añadieron 271 millones de euros a los resultados del grupo.

Las cuentas del primer trimestre del año recogen también la incorporación del banco portugués BPI, que contribuye con 40 millones de euros -169 millones si se tiene en cuenta la aportación de sus participadas-, y la contención de costes.

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, puso en valor durante su intervención la mejora de la rentabilidad del grupo, hasta el 9,8%, a la vez que redujo su tasa de morosidad, que se sitúa en el 5,8%, casi un punto menos que hace un año. En paralelo, reforzó su posición de liquidez y solvencia, con unos activos líquidos de 73.200 millones de euros y un ratio de capital total del 16,3%.

Gortázar lanzó un alegato a favor de la constitución de hipotecas a tipo fijo, una opción que considera "prudente" ante posibles escenarios de futuro. La entidad, según afirmó, está haciendo "un esfuerzo por convencer" a sus clientes de que se endeuden a tipo fijo, sobre todo si van a destinar un porcentaje importante de sus ingresos mensuales a la compra de una vivienda y no tienen flexibilidad para hacer frente a una eventual subida de tipos. "Nos debemos enfocar en asegurarnos de que quien contrata una hipoteca variable sabe muy bien del riesgo de que los tipos suban", destacó el directivo, que añadió que el 60% de los contratos hipotecarios de CaixaBank ya es a tipo fijo.

Posibles adquisiciones

Gortázar también destacó que no prevé "grandes cambios ni bandazos" en la entidad durante los próximos años. De hecho, el nuevo Plan Estratégico 2019-2021 que se presentará el próximo mes de noviembre sigue una "senda clara centrada en el crecimiento orgánico" y no plantea nuevas operaciones de compras o fusiones, avanzó el consejero delegado de CaixaBank. No obstante, "a largo plazo, si hay alguna oportunidad, la estudiaremos", concluyó Gortázar.