La Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (Anesdor) considera que debe producirse un cambio en la fiscalidad del sector de la automoción bajo dos principios: que no descienda la recaudación para las administraciones públicas y que se grave con un mayor impuesto a los vehículos más contaminantes. Anesdor es consciente de la dificultad que tiene actualizar la fiscalidad de los vehículos motorizados, ya que los fondos recaudados se reparten a diferentes niveles de la Administración.

El secretario general del organismo, José María Riaño, explica, en una entrevista concedida a Europa Press, que las etiquetas medioambientales de la Dirección General de Tráfico (DGT), que clasifican a los vehículos en función de su potencial contaminante, pueden suponer un "primer paso" para articular la nueva fiscalidad de la moto y el automóvil. Además, Riaño defiende, al igual que la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), que se suprima el impuesto de matriculación y se redistribuya la recaudación en el impuesto de circulación.

"Cuanto más contaminante sea el vehículo más debería acusar esa fiscalidad. No pensemos que hablamos de gravar de una forma enorme a estos vehículos, porque cuando se distribuye todo sobre el parque de vehículos el impacto es muy pequeño", apunta Riaño.