La economía gallega inició el nuevo año como terminó los cuatro anteriores, en positivo. Van, por tanto, 17 trimestres consecutivos de crecimiento después de una doble recesión que duró prácticamente lo mismo. El Producto Interior Bruto (PIB) autonómico registró entre enero y marzo un incremento del 0,7% en comparación con la actividad acumulada entre octubre y diciembre del año pasado y de un 3,1% respecto al primer trimestre de 2017. Es, según la Consellería de Facenda, "la consolidación de la recuperación", que se mantiene en ritmos interanuales del 3% o superiores desde finales de 2015 e, incluso, una décima por encima del Estado (3%) en los primeros meses de este 2018. Prácticamente todas las magnitudes que sostienen el PIB traen buenas noticias, aunque si una destaca muy por encima del resto es la industria, con incrementos de producción poco habituales desde la etapa de bonanza.
Lo que no es raro es que la economía gallega y la del conjunto del país crezcan por razones diferentes. Vuelve a suceder. El incremento trimestral en el gasto de los hogares alcanza el 0,8% y un 2,8% en la tasa interanual. Que es otra de las explicaciones de la fortaleza que muestra el PIB de Galicia. El desembolso de las administraciones públicas repunta un 3,1% sobre el último trimestre del pasado ejercicio y es un 1,2% más alto que hace un año. La formación bruta de capital, un parámetro fundamental porque recoge la inversión de las empresas en equipos e instalaciones para hacer frente a los pedidos que reciben, aumenta un 1,3% y un 4,6%, respectivamente, según los datos publicados ayer por el Instituto Galego de Estatística (IGE). A pesar de la fortaleza del negocio exterior de las empresas de Galicia, exportaciones e importaciones están aportando relativamente poco al crecimiento en la primera parte del año. Apenas tres décimas en el caso de la avance interanual porque, aunque las ventas a otros mercados suben un 7,3%, las compras también lo hacen con fuerza, un 7%.
Así que la demanda interna refuerza su papel de motor de la economía gallega: de ese 3,1% de crecimiento en el último año, el 2,6% viene del consumo privado y público y la inversión empresarial.
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El PIB nacional se agarra igualmente con fuerza al gasto privado (2,8%), aunque el alza en el caso del desembolso de las administraciones públicas es mayor (1,9%) y menor en la formación bruta de capital fijo (3,5%).
Más se notan las diferentes pautas de crecimiento en la radiografía por sectores. Mientras la industria se desploma en el PIB nacional, un 0,9% de retroceso frente al último trimestre de 2017, en Galicia aumenta un 1,7% y es la mejor de todas las ocupaciones. En parte por la industria manufacturera, que medra un 1,3%, y, sobre todo, porque el fin de la sequía permitió impulsar la producción de la electricidad renovable. La energía es uno de los ingredientes fundamentales del sector industrial en la comunidad. En la variación interanual, la industria gallega se dispara un 6,3%.
El resto de actividades muestra comportamientos más discretos. Ninguna llega al 1%. La construcción lo toca, con un alza trimestral del 0,9%. Y agricultura, ganadería, silvicultura y pesca dejan el peor resultado: una bajada del 1,7%.
Galicia alcanza un total de 1.140.052 puestos de trabajo. Son 4.962 más que en diciembre y un incremento de 17.658 en los últimos doce meses. A pesar de que ya en 2017 se recuperaron los niveles de PIB previos a la crisis, en la comunidad trabajan ahora 187.600 personas menos que en los máximos alcanzados, precisamente, hace justo una década. Los que son a tiempo completo se colocan de nuevo por encima del millón, lo que supone una subida del 0,4% trimestral y del 1,6% anual. Del lado laboral, el liderazgo no es de la industria, con 991 empleos a tiempo completo más que al cierre del pasado año (1.218 de la rama manufacturera), sino de la construcción, donde el alza fue de 1.719, y comercio, transporte y hostelería, con 2.590.
El sindicato UGT denunció ayer, sin embargo, que los salarios en Galicia siguen sin recuperar el puesto que les corresponde en la economía salarios Galicia pues bajaron los costes laborales. El conjunto de la población asalariada copaba en 2008 el 46,9% del PIB y las empresas concentraban el 45%, frente al 43% de los asalariados y el 47% del empresariado en el cuarto trimestre del año pasado, según datos del IGE.
