La Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) sigue sumida en el desgobierno, sin presidente y sin candidatos a serlo. La reunión de la junta directiva de la patronal gallega, celebrada en la tarde de ayer en segunda convocatoria, constató esta situación de ingobernabilidad de la institución y para ponerle solución acordó "por unanimidad" crear un grupo de trabajo conformado por confederaciones provinciales y sectoriales "para realizar un estudio que viabilice la elección de la Presidencia en el menor plazo de tiempo posible". Pero este comité tendrá una segunda misión, quizás incluso más importante que la primera, con la que los empresarios gallegos confían en garantizar la gobernabilidad de la institución: la redacción de "un borrador de nuevos estatutos que favorezca la gobernanza" de la CEG.

A la espera de que este grupo de trabajo se conforme y que su labor dé frutos, la junta directiva de la patronal gallega también acordó desconvocar la asamblea general electoral que estaba prevista para este viernes con la finalidad de elegir al nuevo presidente de los empresarios gallegos.

La Confederación de Empresarios de Galicia se ha visto obligada a adoptar estas decisiones después de que el pasado viernes concluyese el plazo de presentación de candidaturas a la Presidencia de la entidad sin que se registrase ningún aspirante al puesto.

De hecho, hasta ayer algunas fuentes de la patronal gallega planteaban la posibilidad de que, al no haber ningún candidato y encontrarse la CEG en situación de bloqueo, los empresarios optasen por reformar los estatutos y apostar por un gobierno colegiado. Esa es la figura que rige actualmente de forma provisional e interina, con los cuatro presidentes de las patronales provinciales en ella y con el líder de la Confederación de Empresarios de A Coruña (CEC), Antonio Fontenla, al frente por ser el de mayor edad de los cuatro. De hecho, el empresario coruñés tomó las riendas de la patronal gallega a finales de enero y en los otros periodos de interinidad con la marcha de los últimos tres presidentes de la institución.

Desde la marcha del vigués José Manuel Fernández Alvariño de la Presidencia en noviembre de 2015 (fue el único candidato en julio de 2013, cuando se fue Fontenla, pero su mandato estuvo marcado por una oposición interna que denunciaba supuestas irregularidades en su gestión), dimitieron tanto el ourensano Antonio Dieter Moure (en octubre de 2016, por lo que apenas estuvo en el cargo nueve meses) como el coruñés Antón Arias, que duró apenas un año en el puesto. Su mandato estuvo marcado igualmente por las luchas entre sectores, toda vez que las confederaciones de Ourense y Pontevedra le acusaban de un "pecado original": Arias presentó su candidatura a pocos minutos del cierre del plazo y lo hizo vinculado al apoyo de las provinciales de A Coruña (que dirige Fontenla desde hace más de 20 años) y Lugo (a cuyo frente está Jaime López). Esto fue interpretado por Pontevedra y Ourense como una deslealtad al compromiso de consensuar un nombre para dirigir la CEG.