¿En qué consistía el antiguo 'tax lease'? El denominado oficialmente como Sistema español de arrendamiento fiscal (SEAF), que estuvo vigente entre 2002 y 2011, ayudaba a financiar la construcción de buques por los astilleros (vendedores) y a su adquisición por las empresas navieras (compradores) con un descuento de entre el 20 y el 30%.

¿Cómo se aplicaba? Era un sistema complejo. La estructura jurídica y financiera era organizada por un banco, que se situaba entre la naviera y el astillero. El banco hacía intervenir a dos intermediarios en la operación de compraventa. Por un lado una sociedad de leasing (arrendamiento financiero) y por otro una agrupación de interés económico (AIE) constituida por el banco. Esta última entidad financiera vendía participaciones en la AIE a los inversores y organizaba una compleja red de contratos entre las diferentes partes. El objetivo era generar beneficios fiscales para transferir parte de ellos (entre un 85 y un 90%) a la compañía naviera en forma de descuento en el precio del buque, mientras que los inversores se quedaban con el resto (entre un 10 y un 15%) como rendimiento de la inversión.

¿Qué beneficios fiscales obtenían los inversores? Los beneficios salían de medidas fiscales aplicables a los contratos de leasing (amortización acelerada), a las AIE (transparencia fiscal) y a la actividad de las navieras (régimen especial por tonelaje).