El Banco Santander obtuvo un beneficio neto atribuido de 3.752 millones de euros en el primer semestre de 2018, lo que supone un incremento del 4% respecto al mismo periodo del año anterior, tras registrar un cargo de 300 millones por los costes de integración del Banco Popular, según informó ayer la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El banco presidido por Ana Patricia Botín ya adelantó al comprar Popular el 17 de junio de 2017 que preveía registrar 300 millones de euros anuales con cargos vinculados a su integración hasta 2019. Sin tener en cuenta los cargos no recurrentes, su beneficio creció un 25% entre enero y junio en euros constantes, hasta 4.052 millones de euros, impulsado por un incremento del 10% en los ingresos de clientes.

Los cargos derivados de la integración llevaron a la entidad a ganar un 3% menos en el segundo trimestre del año, hasta los 1.698 millones de euros. En términos ordinarios, y sin tener en cuenta el tipo de cambio, el beneficio neto creció un 28% entre abril y junio.

El margen de intereses se redujo un 0,5% en el primer semestre de 2017, hasta los 16.931 millones de euros, mientras que el margen bruto creció un 0,3%, hasta los 24.162 millones de euros.

"La diversificación geográfica, con una presencia equilibrada en Europa y América, sigue siendo una de las principales fortalezas de Santander y nos permite ser el banco con los resultados más predecibles entre nuestros comparables, además de aumentar el beneficio", resaltó Botín.

Integración del Popular

Precisamente, el Santander obtendrá previsiblemente tras el verano las autorizaciones para proceder a la integración legal del Popular, e iniciará la integración operativa del banco a partir de noviembre, según comunicó el consejero delegado de la entidad, José Antonio Álvarez, durante la presentación de resultados del primer semestre del año. "Estamos a la espera de recibir las autorizaciones para proceder a la integración legal, que debería ocurrir en septiembre y octubre, y estaremos preparados, a partir de noviembre, para empezar la integración operativa", explicó Álvarez.

El directivo de la entidad financiera también cargó contra el impuesto a la banca que plantea el Gobierno, al considerar que podría generar una doble imposición que situase a las entidades españolas en una posición de desventaja competitiva frente a multinacionales de otros países.