Los taxistas no ceden y mantendrán, al menos durante todo el día de hoy y por octava jornada consecutiva, la huelga en protesta contra de la proliferación de licencias de vehículo de transporte con conductor (VTC), que utilizan Uber y Cabify, compañías a las que acusan de competencia desleal. Las propuestas del Gobierno para frenar el conflicto limitando las citadas licencias no persuadieron al sector, que ayer volvió a atascar el centro de Madrid y Barcelona. El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, pidió ayer a los taxistas "responsabilidad" porque, recordó, "prestan un servicio público". Sus palabras echaron más gasolina al conflicto y unos minutos después las asambleas de trabajadores del sector de Madrid y Barcelona, epicentros de las protestas, acordaron mantener la huelga. Los taxistas de ambas ciudades se reunirán de nuevo hoy por la tarde y decidirán si mantienen el paro o prefieren dar un voto de confianza hasta que se conozcan los pormenores del real decreto.

El Gobierno había prometido aprobar en septiembre un decreto que limitara la concesión de licencias VTC. El secretario de Estado de Transporte, Pedro Saura, calificó ayer como "justas" las demandas de los taxistas, que piden que se cumpla la ley que fija que solo puede haber una de esas licencias por cada 30 de taxi. Ante el bloqueo, el ministro Ábalos convocó para hoy la Conferencia Nacional de Transporte, adelantando la reunión del 11 de septiembre. En esa mesa se sentarán, además del Gobierno central, representantes de las asociaciones de taxistas, de las compañías que explotan esas licencias de VTC. Sobre la mesa estará la posibilidad de que el Ejecutivo central ceda a los Gobiernos autonómicos y municipales las gestiones de estas licencias.

El presidente de la patronal de los VTC Unauto, Eduardo Martín, criticó la "debilidad" del Gobierno frente a los taxistas. Este sector ha denunciado agresiones a sus conductores y daños en sus vehículos.