La mala evolución del mercado laboral gallego en los últimos diez años -con seis de crisis (doble recesión incluida) y cuatro (desde 2014) de teórica recuperación- no es algo exclusivo de Galicia, pues pocas comunidades lograron eludir esa pérdida de profesionales. Las únicas excepciones, que consiguieron cerrar en positivo la última década, son Madrid, Baleares y Canarias, en el caso de los archipiélagos fundamentalmente por el crecimiento del sector turístico y, por tanto, de la ocupación en los servicios.

Madrid logró en los últimos diez ejercicios un saldo positivo de casi 80.000 empleos, con lo que ya supera los 3.080.000 afiliados a la Seguridad Social. A poca distancia, con más de 70.000 cotizantes más aparece Baleares, que pasó de 504.800 en agosto de 2008 a 576.000 a cierre del mes pasado. Mientras, Canarias incorporó a su mercado laboral a más de 22.000 personas.

El gallego, el mayor descenso

En el lado contrario, con las mayores pérdidas de profesionales tras Galicia (que lidera la lista con esos más de 71.000), aparecen Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Castilla y León. La autonomía mediterránea vio cómo su nómina de trabajadores caía en 70.000 por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, al pasar de 1.906.000 a 1.835.000, mientras que la castellanomanchega redujo su cifra de afiliados en casi 69.000, de 764.000 a apenas 695.000. Mientras, Castilla y Léon perdió 64.000 empleos para quedarse con 923.384.