Cerca de 200 trabajadores de la factoría asturiana de Alcoa marcharon ayer desde Avilés hasta Oviedo para exigir a las instituciones autonómicas, estatales y europeas que no cedan "al chantaje" al que los quiere someter la dirección de la multinacional estadounidense. En esta peregrinación participaron también algunos empleados de la factoría coruñesa de la aluminera.

El presidente del comité de empresa de Alcoa en Avilés, Sergio Sobrido, instó a las instituciones a mantenerse firmes ante la aluminera tras llegar a Oviedo, donde la plantilla de la compañía estadounidense fue recibida por una intensa lluvia y por una multitud de aplausos de decenas de personas que se congregaron en la plaza de España ovetense para recibirla.

La marcha concluyó en esta céntrica plaza, donde se encuentra la sede de la Delegación del Gobierno en Asturias. Los trabajadores fueron recibidos por la delegada, Delia Losa, a la que Sobrido solicitó que las administraciones no cedan "al chantaje y extorsión de la compañía". "No nos van a hacer desfallecer ni la lluvia ni la actitud intransigente e intolerante del presidente y la dirección de Alcoa en EEUU", señaló el presidente del comité de empresa de Avilés, que agradeció el apoyo de la gente que a lo largo del recorrido a pie salió a recibir a los trabajadores con aplausos. "Todos los habitantes de esta comunidad saben de la importancia de la industria", sentenció Sobrido ante los medios.