La compañía energética Naturgy (antes Gas Natural Fenosa), dueña de la central térmica coruñesa de Meirama (Cerceda), declaró unas pérdidas en los nueve primeros meses del año de 3.040 millones de euros como consecuencia de la revisión del valor de sus activos que aprobó en el primer semestre y en virtud de la cual se apuntó una depreciación superior a los 4.900 millones en la contabilización de sus instalaciones de generación eléctrica convencional en España, fundamentalmente centrales térmicas de carbón (caso de la planta coruñesa), de ciclo combinado (alimentadas con gas natural como la del polígono de Sabón) y nucleares. Sin esta revisión de activos, Naturgy habría ganado 877 millones, un 38% más que en igual periodo del pasado ejercicio.

La actualización a la baja del valor de sus activos de generación es fruto del nuevo plan estratégico de Naturgy, diseñado hasta 2022, y guarda relación a su vez con el proceso de transición energética que está en marcha en España y en la UE para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que afecta fundamentalmente a las centrales de carbón y, en menor medida, a las otras instalaciones convencionales de generación eléctrica.