El Consejo de Ministros aprobó ayer el macrodecreto con el que se eleva un 7% la cotización máxima, aumenta en casi seis euros la cuota mensual para los trabajadores autónomos y pone coto a los contratos de corta duración.

Una de las medidas estrella es el incremento general, del 1,6%, aplicable a todos los pensionistas, una decisión que pretende compensar el encarecimiento del coste de la vida tras cinco años con subidas del 0,25%, contra la que se fraguó una revolución en toda España en forma de manifestaciones masivas. Con este porcentaje (1,6%) las pagas se elevarán de media en trece euros mensuales en Galicia, y se traducirá en un ingreso adicional de 182 euros al año.

La que sí pasará de largo para el grueso de los pensionistas en la comunidad será el alza del 3%. En este caso la revalorización extraordinaria se aplicará a las pensiones no contributivas y a las mínimas. En el caso gallego, y según los últimos datos disponibles de la Seguridad Social, los perceptores de las primeras pagas son 38.832, por otros 234.662 que ingresan una mínima. Teniendo en cuenta que en Galicia se abonan al mes más de 763.000 pensiones, apenas un tercio del total (273.494 personas) se verán beneficiadas por este incremento del 3%. Es un caso similar al de las pagas de viudedad; el aumento de la base reguladora se circunscribió hace un año a las mínimas, con lo que siete de cada diez viudas gallegas no resultaron agraciadas por la medida acometida por la entonces ministra Fátima Báñez. Si ya en el global este tipo de prestaciones en la comunidad son las segundas más bajas de España -solo por detrás de Extremadura-, las de las viudas son el farolillo rojo.

Cuantías

Es más, según los datos a cierre de noviembre, la paga media en Galicia fue de 813,06 euros mensuales, casi 147 euros inferior a la media nacional. Para que las pensiones de los gallegos se equiparasen al promedio tendrían que crecer un 1,6% durante casi una década, y que las del resto de los españoles quedasen congeladas.

Dos de cada diez hogares gallegos -y subiendo- está compuesto a día de hoy por personas mayores de 65 años, que perciben de media una paga equivalente al 80% de su último salario. Pero dentro de 50 años esta tasa de reposición caerá al 45%, según el pronóstico de la Comisión Europea (en su último Ageing Report, de 2018); esto es, la pensión pública de los futuros jubilados será de menos de la mitad de su último sueldo.

La subida de las pensiones para 2019 tendrá un coste de 2.591,66 millones de euros, de los que 2.481,10 corresponden a pensiones contributivas. Según informó el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, la subida adicional del 0,1% para 2018 derivada de la desviación de la inflación y su consolidación en la pensión costará 244,66 millones. El texto recoge también el aumento en cuatro puntos a partir del 1 de enero, y al 60%, del porcentaje de la base reguladora que se utiliza para el cálculo de la pensión de viudedad.

El Gobierno validó asimismo una modificación del Estatuto de los Trabajadores que habilita a los convenios colectivos para establecer cláusulas que posibiliten la extinción el contrato de trabajo de quienes lleguen a la edad de jubilación siempre que tengan derecho al 100% de la pensión.

Por otra parte, los técnicos del Ministerio de Hacienda, Gestha, consideran "insuficientes" las medidas del Gobierno para reducir el déficit de la Seguridad Social, que registra máximos históricos. Por ello, proponen igualar la recaudación a la media ponderada europea, que permitiría a España lograr 7.900 millones adicionales. Esta medida serviría para ligar las pensiones al IPC y liberaría otros 6.200 millones de euros.