La intensa agenda de ayer en Madrid -los trabajadores fueron recibidos a las 16.00 horas por la ministra de Industria y la empresa, a las 17.30- llevó a patronal y sindicatos a posponer la reunión de negociación del expediente de regulación de empleo (ERE) que Alcoa tramita para cerrar sus fábricas de A Coruña (con 369 empleos directos) y Avilés (317). Las conversaciones se retoman a las diez de la mañana de hoy y continuarán mañana. Las últimas citas están fijadas para el lunes y el martes de la próxima semana. Ese día, el 15, finaliza el periodo de consultas del expediente de extinción, que ya fue prorrogado por acuerdo entre la parte social y la dirección.

Las posturas están muy alejadas. Los trabajadores defienden que las dos factorías de aluminio primario son competitivas y presentan sus planes para que continúen activas sin ningún despido. La empresa sostiene que estas plantas tienen problemas estructurales, organizativos y tecnológicos, además de unos costes de operación elevados, por lo que mantiene la decisión de cerrarlas.

Los trabajadores dan por hecho que el ERE se cerrará sin acuerdo y han advertido de que lo llevarán a los tribunales. La firma mantiene su compromiso de plantear un plan social para mitigar el daño a los afectados y pide propuestas a la parte social, que se niega a negociar despidos