Los taxistas de Madrid intensificaron ayer sus protestas, concentradas en torno al recinto ferial Ifema -donde los Reyes inauguraron Fitur-, lo que dejó al menos 11 heridos leves y un taxista detenido, mientras los de Barcelona votaban, en un clima de división, si mantienen la huelga.

En Madrid, los taxistas acordaron en asamblea seguir con la huelga y las movilizaciones hasta lograr una regulación satisfactoria de los vehículos de alquiler con conductor (VTC). Posteriormente, varios cientos de taxis iniciaron un "paseo por Madrid", lo que congestionó la zona de los recintos feriales y la carretera de circunvalación M-40, y dificultó la salida de las personas que habían acudido a Fitur.

En este sentido, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, criticó la "huelga salvaje" y el "chantaje" de los taxistas a los usuarios y afirmó que si los que están en huelga actúan de esta manera es porque el Gobierno "lo permite". Por su parte, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, se ofreció a "mediar" en el conflicto entre taxistas y VTC, aunque recordó que es una competencia de las comunidades. Abalos señaló que "no es bueno" que ninguna actividad se vaya o se vea a forzada a marcharse, en relación a la posibilidad que barajan Uber y Cabify de dejar Barcelona por el conflicto con los taxistas.

La plataforma Cabify, que también opera en A Coruña, estudia lanzar la aplicación Easy Taxi, con la que también se podrá contratar el servicio del taxi. Su presidente, Juan de Antonio, cree que la aprobación del decreto sobre VTC que prepara la Generalitat de Cataluña sería como una expulsión de la firma de ese territorio. A su juicio, restringir el periodo de precontratación a 15 minutos acabaría con su negocio y añadió que solo el 4 % de los trayectos contratados mediante Cabify se registran con ese periodo de tiempo de antelación.