El tejido industrial de la comarca coruñesa se desgasta a golpe de crisis laborales. Los principales conflictos abiertos en las factorías del área de influencia de A Coruña amenazan actualmente unos 2.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, y agravan una tendencia de la que los expertos llevan años alertando: la excesiva pérdida de peso de las manufacturas en la economía local. Los trabajadores de las plantas de Alcoa, Meirama, Ferroatlántica e Isowat son ahora la cara visible de este proceso. Aunque con distintos desencadenantes y perspectivas, todos ellos han tenido que salir a la calle detrás de una pancarta para reivindicar la continuidad del empleo industrial porque ven peligrar su medio de vida.

Estas crisis fabriles van en contra del objetivo de reindustrialización que persigue la Unión Europea. Bruselas fija en el 20% el peso que debe alcanzar este sector en la economía de cada territorio. El nivel de la comarca no llega ni a la mitad: la industria aporta solo el 9,5% del valor añadido bruto (VAB) -que equivale al producto interior bruto (PIB) más los impuestos indirectos netos- , según el último Informe de Coyuntura Económica de la Provincia de A Coruña publicado por el Club Financiero. El documento alerta de la excesiva dependencia del sector servicios en A Coruña y llama a "aumentar el peso de la actividad industrial" y a "diversificar más allá del textil". Los servicios sostienen el 83% de la actividad económica comarcal; la construcción, el 6,2%; y el sector primario, el 0,6%.

Los sindicatos vinculan la terciarización de la ciudad con condiciones laborales precarias y defienden la industria como garantía de empleo de calidad. El futuro de los trabajadores amenazados por las actuales crisis de las fábricas coruñesas es desigual.

►Meirama, un cierre seguro. La térmica de Meirama (Cerceda) da trabajo a 200 trabajadores directos e indirectos. Naturgy (antigua Gas Natural Fenosa) ha solicitado autorización para cerrar todas sus centrales de carbón en España. La eléctrica ha decidido no invertir en las costosas obras necesarias para adaptarse a la norma europea de emisiones que entrará en vigor en junio de 2020, por lo que cesará la actividad antes de esa fecha. No hay vuelta atrás, aunque esta misma semana los trabajadores realizaron un cierro en protesta. Naturgy ha prometido recolocar en Galicia a los 77 empleados directos. Los indirectos lo tendrán más difícil.

►Alcoa, a la espera de comprador. El de Alcoa ha sido el conflicto más agudo hasta el momento. Esta semana los trabajadores aprobaron un ERE (expediente de regulación de empleo) que pospone hasta julio los despidos. Ese es el margen que tienen trabajadores, empresa y Gobierno para buscar un inversor que se haga cargo de la fábrica de aluminio de A Coruña, con 375 trabajadores directos, que se calcula que llegan a los mil con los indirectos. Si no, el 70% perderá su trabajo la factoría de A Grela.

►Ferroatlántica, el lastre eléctrico. Ferroatlántica es, después de Alcoa, la principal industria electrointensiva de A Coruña. Los malos resultados de la pasada subasta de interrumpibilidad (en la que el Gobierno reparte primas para abaratar el recibo de la luz de las fábricas que más energía necesitan para producir) desencadenaron en diciembre una nueva amenaza de ERE en las plantas coruñesas de la compañía de Villar Mir. La fábrica de silicio de Sabón (Arteixo) da trabajo a unos 200 operarios (122 de ellos directos), que fueron advertidos de que la empresa reducirá la producción este año por el alto coste de la luz, con el consecuente ajuste de plantilla. Los trabajadores se han sumado a las protestas de Alcoa, en las que piden "una tarifa energética competitiva". Los 400 empleados de la fábrica de Ferroatlántica de Cee-Dumbría, en A Costa da Morte, han iniciado sus propias movilizaciones. La cifra de empleos supera el medio millar con puestos indirectos. La plantilla se opone a la paralización de varios hornos que ha iniciado la multinacional de ferroaleaciones. Teme que la firma, integrada en Ferroglobe, pretenda deslocalizar la producción.