Miles de pensionistas y taxistas se unieron ayer en una manifestación en Madrid, que partió de Atocha y llegó a la plaza del Sol, para reclamar la subida de las pensiones, así como una educación y sanidad de calidad, con el fin de acabar con la precariedad.

De esta forma, el sector del taxi sumó a la protesta de los pensionista ya que según declaró el presidente de la Federación Profesional del Taxi de Madrid, Julio Sanz, este colectivo no podría faltar porque cotiza "a diario para mantener estos servicios públicos esenciales". Durante la manifestación se escucharon lemas como "Gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden", "Si quieres trabajar, si quieres estudiar, nunca hay que votar al Partido Popular" o "Manos arriba, esto es un atraco".

El portavoz de la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones, José Blanco, exigió al Gobierno que las pensiones tengan una subida del IPC real y que se garantice por ley. Además solicitó que haya una subida superior para las pensiones mínimas.

En este línea, Blanco recordó que los colectivos más vulnerables son las mujeres y las personas que sufren alguna discapacidad, ya que sus pensiones son mínimas. Asimismo, criticó el sistema porque muchos pensionistas "sujetan a sus hijos y nietos" y que sin ellos ha dicho, "estaríamos mucho peor".

"El problema no es que haya más jubilados, porque los hay en otros sitios, el problema es que aquí, lo que se dedica para la parte social son 8 puntos por debajo de Europa", apostilló Blanco.

Julio Sanz calificó la decisión del presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, de reunirse con el colectivo del taxi el lunes a primera hora como una "falta de respeto" habiendo entregado la propuesta el jueves por la noche. Además, Sanz recordó que no volverán al trabajo hasta no obtener una "resolución favorable en el conflicto" y pidió tanto a las administraciones como a los partidos que "se impliquen en este problema" ante la competencia de los VTC (vehículos de turismo con conductor), como Uber o Cabify.

"No seamos el instrumento político ni la patata caliente de que va pasando de mano en mano", defendió Sanz en relación a "la falta de soluciones" que les ha llevado hasta el decimotercero día de huelga en el sector.

Durante la manifestación, los taxistas que seguían en huelga de hambre por noveno día consecutivo estuvieron presentes para reclamar una pronta negociación favorable del sector.