Deutsche Bank mantiene su apuesta por España, donde cuenta con cerca de 2.400 empleados y una red de 180 oficinas, al margen de una hipotética fusión con su gran competidor en Alemania, Commerzbank, ya que la entidad considera que el mercado español es "clave" para el negocio del grupo. El consejero delegado de Deutsche Bank, Christian Sewing, destacó recientemente que Deutsche Bank está "muy orgulloso de sus franquicias, particularmente las de España, Italia y Bélgica".