La ministra de Economía y Empresa en funciones, Nadia Calviño, aseguró ayer que es "indudable" que se tiene que ir recuperando la renta disponible de las familias, tras las advertencias realizadas por el Banco de España sobre el "elevado optimismo" de los hogares en consumo y endeudamiento, si bien afirmó que "si una familia no puede llegar a final de mes, no puede ahorrar". También dijo que el problema del precio de los alquileres de vivienda no se resuelve con una medida "independiente", y avanzó que se tomarán nuevas medidas desde el lado de la oferta y la demanda.

Así lo señaló tras cerrar la presentación del libro Una visión macroeconómica de los 40 años de la Constitución Española, escrito por José Luis Malo de Molina, en la que Calviño destacó la necesidad de recuperar la renta disponible de las familias, para lo que recordó que se tomaron medidas como el aumento del Salario Mínimo, las pensiones, el salario de los funcionarios o las cotizaciones a la Seguridad Social.

"El dinamismo de la demanda interna juega un papel importante en el crecimiento económico, que se mantiene robusto en la primera parte de 2019 gracias a la buena salud financiera de las familias", apostilló Calviño, quien, no obstante, ve "indudable" que "se tiene que ir recuperando el nivel de ahorro de la economía".

En cualquier caso, recordó que en los últimos años se ha producido un proceso de desapalancamiento "tremendamente intenso" por parte del sector privado y de las familias y empresas, que tras el estallido de la crisis, supone un "saneamiento" de las balanzas financieras del país y una reducción del endeudamiento que "en un momento dado tendrá que dar lugar a un aumento del ahorro".

Sin embargo, remarcó que "si una familia no puede llegar a final de mes, no puede ahorrar", por lo que insistió en que el crecimiento económico debe "llegar a todos", con medidas como el aumento del SMI. Sobre el impacto de esta medida en el empleo, que el Banco de España ve "prematuro" poder descartar, Nadia Calviño abogó por la "prudencia" y por seguir "de cerca' la evolución del mercado laboral y los "posibles impactos", frente a los "agoreros que decían que se iban a destruir cientos de miles de empleos inmediatamente".