El Banco Santander y los sindicatos firmaron ayer el acuerdo sobre el expediente de regulación de empleo (ERE) que supondrá la salida de 3.223 trabajadores del grupo en España, 490 menos de lo previsto inicialmente y en su mayoría mediante prejubilaciones a partir de los 50 años.

El acuerdo, que conlleva el cierre de 1.150 oficinas en España, fue suscrito por CCOO, UGT, STS y FITC, que representan el 83% de la mesa negociadora. Este es el segundo ERE que realiza el Santander tras absorber al Banco Popular. El anterior afectó sólo a los servicios centrales.

A partir de la firma se abre el plazo para las adscripciones voluntarias por colectivos: los trabajadores de los servicios centrales y el centro corporativo podrán apuntarse hasta el 19 de julio; los de la red comercial hasta el 15 de noviembre, y los de recursos humanos, control de red y riesgos, hasta el 31 de enero de 2020. El banco tendrá 10 días para confirmar la aceptación o no de cada solicitud.

El acuerdo incluye un plan de recolocación, "una propuesta por la que el banco se compromete a encontrar empleo al 100% de las personas que se vean afectadas y quieran seguir trabajando".

Por otra parte, el Banco Santander celebrará una junta general extraordinaria de accionistas el próximo 23 de julio para aprobar una ampliación de capital, con la que pretende recomprar hasta el 25 % de su filial en México y pasar a controlar íntegramente la entidad.