Los sindicatos representados en la empresa Poligal, cuya dirección despidió el pasado 12 de junio a sus 100 trabajadores en Narón, advirtieron ayer de la posibilidad de que decaigan las ofertas de los inversores interesados en comprar la fábrica, una vez que uno de ellos se ha retirado del proceso y el otro „que en su momento se interesó también en comprar Alcoa„ carece de una oferta sólida.

Así lo señalaron las centrales CIG y UGT tras un encuentro en Santiago de Compostela con responsables del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape). Según los sindicatos, el departamento autonómico no ha detallado las condiciones de esas propuestas.

El presidente del comité de empresa, Rafael Souto (UGT), apuntó que a uno de los grupos "ya no le interesa" hacerse con las instalaciones, mientras que el "otro está cogido con pinzas". Por ello, se mostró "preocupado" al considerar que la "alternativa parece que se va diluyendo".

Rafael Souto lamentó que cada vez parece más difícil la opción de un inversor. "No hay nada concreto, aún no le ponemos nombre ni apellidos a ese grupo interesado porque todavía no nos han dicho nada de quién es", lamentó el representante, quien matizó que el único dato que ha desvelado el Igape a los sindicatos es que se trata de un grupo inversor que también estuvo interesado en la compra de Alcoa.

Por su parte, el sindicato CIG aludió al hecho de que no sea "una buena noticia", como expresó su representante en el área de Industria en Ferrol, Alberte Amado. El delegado remarcó que lo que están exigiendo los trabajadores es que "se dé una alternativa de empleo". "El objeto que tiene esta mesa es el mantenimiento del empleo; todo lo que estaba pendiente cayó y una vez exploradas estas dos vías de posibles inversores que no se concretaron hay que explorar otras", remarcó Amado. A su juicio, "la diversificación depende de una decisión política; naves vacías en Ferrol hay más de una", zanjó.