Eva Serrano. Así se llama la ejecutiva que dirige al Grupo Inditex en China, el país con mayor potencial de crecimiento para la multinacional gallega. Buena prueba de ello es que el continente asiático se ha convertido en el segundo mercado de referencia de la compañía, con el 23,2% de las ventas, tras Europa. Pero Serrano no es solo una profesional de confianza del presidente de la firma, también constituye un ejemplo de liderazgo femenino para Pablo Isla. Ayer, en las jornadas sobre igualdad organizadas por la consultora 50&50GL en Madrid, Isla se refirió expresamente a ella como una española que empezó en el grupo en una tienda en Fuengirola (Málaga).

Inditex considera que la dirección de tienda, responsabilidad desempeñada fundamentalmente por mujeres, constituye un puesto directivo. "La figura de director de tienda es muy importante, sobre todo si hablamos de Zara; es como si fueran los directores generales de una plantilla de 100 trabajadores y una facturación de entre 30 y 40 millones de euros", aseguró ayer el presidente de la multinacional gallega.

Esto hace que la balanza de cargos se incline abrumadoramente a favor de la mujer. Según Pablo Isla, casi el 80% de los 7.500 directivos del grupo tienen nombres como el de Eva Serrano, lo que conlleva que en el mayor grupo textil del mundo la brecha salarial sea a favor de la mujer. Otras mujeres ocupan ahora el puesto de director de país en Japón, Canadá, Sudáfrica, Australia o República Checa, "entre otros muchos casos", afirmó Isla.

Esta transformación se produce "de forma natural", y "no por ser mujeres, sino por ser competentes", lo que se traduce en una evolución "muy positiva, muy enriquecedora y reveladora".

De seguir la tendencia, lo lógico es que, a corto y medio plazo, las mujeres igualen y después superen a los hombres entre los cargos de gran responsabilidad. De los 23 miembros de alta dirección, cinco son mujeres: Paula Mouzo, directora de auditoría interna; Lorena Alba Castro, responsable de logística; Lorena Mosquera, de Zara Home; Begoña López-Cano, responsable de recursos humanos y Carmen Sevillano, directora de Oysho.

"Cualquier hipotético techo de cristal que surja en la empresa lo vamos a ir rompiendo; esto nos hace ser una compañía más fuerte en todos los sentidos", afirmó el máximo ejecutivo de Inditex, quien destacó que, en su opinión, la diversidad, sea cual sea, "enriquece de una manera tremenda".

DIVERSIDAD

La diversidad es precisamente una de las palabras que definen a la compañía gallega más internacional. Solo desde la pluralidad puede interpretarse un grupo empresarial que supera los 174.000 trabajadores -tantos como la suma de las poblaciones de Ourense y Ferrol- que representan a 154 nacionalidades.

La multinacional con sede en Arteixo se presenta en su último informe financiero como una empresa joven e intergeneracional. El 62% de los trabajadores cuenta con menos de 30 años y la edad media se sitúa en 28,7 años. El 28% tiene entre 30 y 40 años y el 10% más de 40.

Otro rasgo es su carácter plurinacional, dado que sus 174.386 empleados están repartidos en 60 mercados y pertenecen a más de 150 nacionalidades. El 28% de la plantilla está radicada en España (47.930 trabajadores), el 47% en el resto de Europa, el 12% en América y el 13% en Asia y el resto del mundo. El suministro de la compañía depende de 1.866 proveedores en 43 mercados.