Trabajadores de Ferroatlántica volvieron a concentrarse en la tarde de ayer en Cee para reclamar a la Xunta que exija un plan de viabilidad, ya que el complejo industrial "ya sufre las consecuencias negativas de la venta" al fondo de inversión TPG, según la plantilla. La CIG denuncia que existe un recorte de producción en los hornos de las fábricas de ferroaleaciones de Cee y Dumbría debido a que "no puede salir libremente al mercado por depender de un único proveedor y de un único cliente, que es Ferroglobe". Esta multinacional participada al 55% por el Grupo Villar Mir, es el anterior dueño de la factoría y las centrales hidroeléctricas. El sindicato critica también la "mala calidad" de la materia prima que llega a las plantas gallegas, que a su juicio "pone en peligro las instalaciones y la integridad física de los trabajadores", dado que prima otros centros "en detrimento" de los de Cee y Dumbía. En los últimos días se han registrado "numerosas incidencias", pero la dirección del centro según la CIG "no está tomando ningún tipo de medidas", ni convoca el comité de seguridad.