En Galicia se está creando empleo y hay menos paro, pero "persisten las debilidades" en el mercado de trabajo. Al Consello Económico e Social (CES) le preocupa la pérdida de población activa (más de 70.000 personas en una década), la precariedad laboral y unas tasas de desempleo todavía elevadas entre los jóvenes, los parados de larga duración y los trabajadores de más edad. Por eso, este órgano consultivo cuestiona la efectividad de la política laboral de la Xunta y critica que los fondos destinados a planes de empleo "se vieron mermados de manera acusada durante el periodo de crisis económica". Ante esta situación insta al Gobierno gallego a "reorientar" sus medidas de fomento del empleo y a establecer "mecanismos de mejora".

Así lo recoge la Memoria sobre la situación social y económica de Galicia 2018 que fue presentada ayer por el nuevo presidente del organismo, Agustín Hernández, acompañado de Olga Crespo, de UGT.

En su diagnóstico sobre la situación de Galicia establece que "una de las prioridades" debe ser afrontar la pérdida de población activa, que es 2especialmente intensa2 en el grupo de edad de 25 a 34 años. Es decir, hay menos personas en edad de trabajar, en parte debido al envejecimiento de la población pero también por la emigración. Y sin población activa no se sostienen las pensiones. "Es necesario retener y atraer a población más joven al mercado de trabajo", advierte el CES.

"Falta relevo generacional", alertó Agustín Hernández. En su informe el CES pide más medidas para frenar el declive demográfico y advierte que la pérdida de población se concentra en el grupo de edad de 15 a 44 años y en el rural.

Le preocupa también la precariedad laboral. Como ejemplo, en 2018 las personas ocupadas a tiempo parcial aumentaron un 2,6% en Galicia, seis veces más que en España. Y además el CES alude indirectamente a la aparición de los riders o falsos autónomos: "ante la cada vez mayor concurrencia de nuevas formas de empleo instamos a los poderes públicos a implantar medidas legislativas con el fin de evitar vacíos normativos en relación a este tipo de trabajos".

Otro aspecto que el Consello Económico e Social pone en el punto de mira es el de las desigualdades salariales. Así, en la comunidad gallega un tercio de los trabajadores (que cobran menos que el salario mínimo interprofesional) acaparan el 7,4% de la masa salarial total, mientras que un 4% de los asalariados (con rentas más altas) reciben el 16% de todas las retribuciones.

En relación a esto, el CES valora "negativamente" que la tasa de pobreza en Galicia permanezca constante. "Resulta necesario poner en marcha medidas que reduzcan dicha tasa", reclama.

En materia de bienestar, este órgano consultivo aplaude que se estén incrementando los recursos destinados a la sanidad, pero da la razón a los médicos en sus reclamaciones de que hace falta más esfuerzo en Atención Primaria. El CES insta además a la Xunta a elaborar un Plan de Saúde Mental y a dar cobertura a los 7.800 dependientes que aún esperan por las ayudas. Y para aumentar el grado de inserción laboral de las enseñanzas universitarias, el Consello Económico e Social propone introducir más prácticas, de manera que se fomente la incorporación al mercado laboral y se frene la salida de población joven.

Por último, en relación a los problemas que atraviesan las industrias electrointensivas en Galicia, el CES propone implantar una tarifa eléctrica industrial para grandes consumidores.