La banca privada, especializada en la gestión de grandes patrimonios, tiene limitadas las posibilidades de crecimiento en España y solo puede continuar ganando escala mediante fusiones o a través de la política de fichajes.

Fuentes financieras consultadas por Europa Press explican que el sector solo puede repartirse el 30% del negocio, ya que el 70% restante lo aglutinan prácticamente en su totalidad los cinco grandes bancos españoles (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia y Sabadell).

A ello se suma la elevada atomización existente entre las entidades que forman parte del porcentaje menor a repartir del negocio, que entre agencias de valores, bancos, gestoras o Eafis (Empresas de Asesoramiento Financiero), suman más de cuatrocientas firmas.

La falta de cultura de ahorro e inversión de los españoles, así como el contexto de tipos de interés en mínimos históricos, son otros de los componentes que rebajan las expectativas de posibilidades de crecimiento del sector.

"No hay nadie que consiga escala como para ganar. Si de repente te viene una multa o un crash, te quedas tiritando", indican las mismas fuentes. Ante este contexto, a la banca privada solo le quedan dos opciones: formar parte activa de los procesos de consolidación o continuar con la política de crecimiento mediante fichajes. La banca privada, al igual que los grandes players del sector o incluso las aseguradoras, está protagonizando la segunda gran oleada de consolidación.

El banco de origen portugués, Novo Banco, ahora en manos del fondo Lone Star, mantiene un proceso abierto de venta de su gestora. Tressis, Gala Capital y Santalucía son las tres candidatas a hacerse con este negocio, si bien fuentes del sector ven como clara vencedora a la aseguradora.

Otra política en boga es la del fichaje de banqueros de la competencia. La idea es encontrar un candidato con 15 o 20 años de experiencia, que sea leal a una marca y tenga una buena reputación, pero, sobre todo, que cuente con una atractiva cartera de clientes.