"Habrá que ver cuál es la propuesta final". El presidente del comité de empresa de Megasa, Carlos Bascoy, se muestra cauto sobre los efectos del estatuto electrointensivo que el Gobierno se ha comprometido a aprobar en cuanto logre la investidura. El representante de los 130 trabajadores de esta siderurgia de Narón „produce acero corrugado en barra, en rollo salvaje y alambrón„ coincide con la patronal electrointesiva en reclamar una tarifa eléctrica industrial moderada y estable, pero duda de que la nueva regulación vaya a conseguir este objetivo. "Tenemos mucha precaución „insiste Bascoy„; no creemos que este estatuto vaya a ser la solución definitiva para la industria electrointensiva". No es solo que la plantilla de Megasa desconfíe de la capacidad del Gobierno para abaratar su factura eléctrica, sino que además teme que genere un agravio comparativo entre las propias industrias. Algunas alegaciones, como las de la Xunta, van en la línea de diferenciar categorías y primar a los consumidores calificados como hiperelectrointensivos (Alcoa), lo que dejaría a Megasa, que consume menos luz, "en desventaja competitiva", alerta Bascoy.