La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) autoriza a Naturgy a cerrar su central de carbón de Meirama (Cerceda), a la vista de un informe de Red Eléctrica que garantiza el suministro de energía en España tras el eliminación de las seis térmicas que han solicitado el cierre para 2020. Una vez obtenido el visto bueno del supervisor del mercado, la validación final del Ministerio de Transición Ecológica es un mero trámite. La central coruñesa lleva ya meses sin producción, al igual que As Pontes, por la falta de rentabilidad coyuntural del carbón como fuente de energía „debido a los altos costes de emisión y la competencia del gas„. Legalmente Meirama no podrá volver a quemar carbón desde el 30 de junio, cuando entra en vigor una norma europea más dura con la contaminación atmosférica. El informe de la CNMC, con fecha del pasado 21 de noviembre, da a Naturgy un plazo de doce meses para ejecutar la clausura y una vez que esta se haga efectiva, tres años para "proceder al desmantelamiento parcial" de la planta.

"Dada la antigüedad de la planta (38 años), su tecnología y su comparación frente a otros grupos con un funcionamiento medioambientalmente más sostenible, esta planta no será necesaria en el futuro", recoge el informe de Competencia, que analiza a lo largo de 35 páginas la casuística de la central que la antigua Fenosa construyó en los albores de los años 80 en las tierras expropiadas a los campesinos de As Encrobas.

El criterio de la CNMC coincide con el escrito favorable que emitió ya en marzo el director del Área de Industria y Energía de la Subdelegación del Gobierno en A Coruña. El supervisor se apoya principalmente en el informe de Red Eléctrica de España (REE), el operador del sistema, que descarta riesgos para los consumidores. "El cierre de las centrales térmicas de Teruel, Compostilla, La Robla, Puente Nuevo, Narcea y Meirama es compatible con la seguridad del sistema y la garantía de suministro eléctrico", concluyó REE.

En su informe, Red Eléctrica analiza también la repercusión local del cierre de Meirama y afirma que la térmica de Cerceda "podría ser sustituida en estas funciones [de respaldo del sistema] por el ciclo combinado de Sabón, propiedad igualmente de Naturgy". Además, el documento de REE, redactado en febrero, apunta a "una importante reducción de la demanda en la zona de A Coruña, debido al cierre de la factoría de Alcoa, por lo que es posible „predice„ que se reduzca de forma significativa la necesidad de resolver restricciones". En aquel momento, la fábrica de aluminio de A Grela acababa de parar su corazón (la electrólisis) y su continuidad estaba en el aire. Cinco meses después, el fondo suizo Parter Capital se hizo con la factoría, pero para dedicarse „de momento„ solo a transformar aluminio y no a fabricarlo, con lo que la planta ha dejado de ser electrointensiva. Su demanda eléctrica volverá a dispararse si el precio del megavatio-hora baja de los 40 euros, el umbral que fija el plan de Parter para entrar en el aluminio primario.

Además de ser innecesaria para el sistema y de no cumplir la legislación medioambiental inminente, la térmica gallega de Naturgy se considera inviable en términos económicos. "La central no cubre actualmente sus costes de funcionamiento con los márgenes obtenidos por la venta de electricidad en el mercado, además del coste de las nuevas inversiones necesarias para cumplir la regulación medioambiental vinculada a la DEI [directiva de emisiones industriales]", señala de Competencia.

La directiva 2010/75/UE sobre emisiones industriales (DEI) fija unos valores límite de emisión más exigentes para las empresas contaminantes de dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y partículas. Bruselas dio de plazo hasta el 30 de junio de 2020 para que las instalaciones se puedan adaptar a la nueva exigencia. Naturgy renunció a hacer obras en Meirama por no considerarlo rentable, una decisión que supuso la sentencia de muerte de la central.

Endesa, en cambio, tomó el camino contrario en As Pontes y anunció una inversión de más de 200 millones para que la mayor térmica de España pudiera seguir en activo más allá de 2020, previsiblemente hasta 2030 según la estimación del Gobierno. Las condiciones del mercado (principalmente el encarecimiento de los bonos de CO2) dieron la vuelta a la situación este año. La eléctrica paró su producción de carbón y anunció a la CNMC su intención de cerrar. Además, el mes pasado actualizó su plan estratégico con la previsión de descarbonizarse antes de 2022. Sin embargo, en los últimos días Xunta, Gobierno y Ayuntamiento de As Pontes han arrancado a Endesa su compromiso para reconsiderar la posibilidad de retomar la actividad mezclando carbón con biocombustibles, una hibridación que la compañía consideró no rentable en noviembre.

Competencia refleja el declive en la producción de la térmica de Cerceda: "Durante los últimos cinco años, la central de Meirama ha tenido un factor de utilización promedio de 4.525 horas equivalentes a plena carga, con una variabilidad entre 4.121 y 5.630 horas, dato muy inferior al del régimen de operación para el que fue diseñada y que contrasta con el histórico de funcionamiento entre los años 2000-2004 donde la central operaba, de promedio, 6.660 horas equivalentes a plena carga".

Con la misma fecha a que Meirama, la CNMC autoriza el cierre de la térmica de Velilla (Palencia). En total son seis las centrales españolas que han solicitado el fin de su actividad para 2020: tres de Naturgy (Meirama, Narcea y La Robla), dos de Endesa (Velilla y Andorra) y una de Viesgo (Puente Nuevo).

Para compensar el cierre de la térmica de Andorra (Teruel), Endesa ha anunciado un megaproyecto de energía renovable que incluye la mayor planta solar en construcción de Europa con 1.585 megavatios (MW), más 139 MW eólicos y un sistema de almacenamiento a gran escala de casi 160 MW y cuya inversión ascendería a más de 1.487 millones de euros. El comité de empresa valoró ayer que la iniciativa da un "colchón de seis años" para atraer otras empresas a la zona. Naturgy anunció una inversión en Meirama de 80 millones, entre molinos de viento y gas renovable.